MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 34,83 por ciento de los españoles que se someten a una intervención de cirugía estética se informan de la cualificación del médico que se la realizará, según datos de un estudio de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que lamenta estos datos pese a las "reiteradas advertencias" que se hacen sobre la "fuerte intrusión" que hay en esta especialidad.
El trabajo se basó en una encuesta realizada entre julio y agosto a una muestra de mil cirujanos plásticos de toda España, poseedores todos ellos del título oficial y homologado que les cualifica como tales.
"La intrusión tiene que ver con el hecho de que un médico que termina la licenciatura, a día de hoy, en España, puede realizar cualquier tipo de procedimiento médico o quirúrgico. No actúa en contra de la ley, pero sí de forma inadecuada", según ha destacado el presidente de SECPRE, Carlos del Cacho.
Asimismo, el trabajo muestra como el 16,48 por ciento de las intervenciones de cirugía estética practicadas anualmente por los cirujanos plásticos españoles tienen como objetivo corregir intervenciones previas, que resultaron defectuosas o de mala calidad tras ser realizadas en centros o por profesionales inadecuados.
"Esta circunstancia complica las nuevas intervenciones desde el punto de vista clínico, conlleva evidentes trastornos emocionales para los pacientes y supone un sobrecoste, sea para ellos o para el Sistema Nacional de Salud (SNS)", ha añadido Ana Jiménez, secretaria general de la sociedad.
El trabajo también ha analizado la época del año con mayor demanda de intervenciones quirúrgico-estéticas en España, que suele ser primavera según el 66 por ciento de los encuestados, frente al 27 por ciento que dicen experimentar su mayor "pico de actividad" entre el otoño y el invierno. En cambio, sólo el 7 por ciento tiene más pacientes interesados en verano que en el resto del año.
AUMENTO DE PECHO Y LIPOSUCCIÓN, LO MÁS DEMANDADO TRAS EL VERANO
En cuanto a las intervenciones más demandadas tras el verano, el aumento de mamas y la liposucción ocupan las posiciones de cabeza, según la encuesta, con el 26,31 y el 20,92 por ciento del total respectivamente.
A continuación, la abdominoplastia --la extirpación del exceso de piel y grasa abdominal y la corrección de la flacidez muscular-- presenta el crecimiento más destacado respecto a una encuesta similar realizada en 2014, cuando se situaba en séptima posición.
La abdominoplastia suele practicarse a pacientes que han experimentado un gran aumento de peso y, sea mediante intervenciones quirúrgicas, como la cirugía bariátrica, por el seguimiento de una dieta o por la práctica continuada de ejercicio físico, lo han perdido posteriormente, así como a mujeres que han tenido varios embarazos.
El cuarto puesto es para la blefaroplastia o cirugía de los párpados, seguida de la elevación de mamas, la rinoplastia o cirugía de la nariz y la reducción mamaria.
MÁS JÓVENES SIN CIRUGÍA, POR DELANTE DE LA LIPOSUCCIÓN
Y el rejuvenecimiento facial no quirúrgico --principalmente, los rellenos con ácido hialurónico y la aplicación de toxina botulínica-- queda por encima de la cirugía de contorno corporal, que viene a ser la combinación de varias intervenciones como liposucción, 'lifting' de brazos y muslos, o el 'lifting' facial.
La otoplastia o cirugía de corrección de las orejas, la cirugía genital y otras que, por representar porcentajes muy pequeños, se agrupan a efectos estadísticos, cierran el ranking.
La encuesta también analiza las motivaciones de los pacientes para someterse a estas intervenciones, preguntando por la influencia de los famosos y la de las redes sociales, sobre todo por el fenómeno 'selfie'.
Sin embargo, sólo el 4,99 por ciento de los sondeados dicen recibir peticiones de quienes acuden a sus consultas para modificar algún rasgo físico y hacerlo parecido al de una persona célebre. En cambio, el 10,15 por ciento recurre a un cirujano plástico influido por la difusión masiva de imágenes de sí mismo y la consiguiente opinión de otras personas.