VALÈNCIA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) asesora sobre el protector solar más adecuado para prevenir enfermedades cutáneas este verano. En concreto, recomiendan a la hora de elegir un buen fotoprotector tener en cuenta el índice de radiación UV y el fototipo de la persona.
Con el objetivo de prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel, los farmacéuticos valencianos asesoran, desde las oficinas de farmacia, a los pacientes sobre las principales características que se deben tener en cuenta a la hora de elegir un fotoprotector que proteja frente a los rayos UVA y UVB, según han informado en un comunicado.
Desde el Colegio de Farmacéuticos han indicado que "siguen siendo muchas las personas que desconocen lo que significa el SPF o Factor de Protección solar (también conocido como FPS)". En este sentido, han explicado que "el valor SPF es un valor de multiplicación del tiempo necesario para sufrir lesiones por el efecto solar. Por ejemplo, un factor 25 multiplicaría por 25 el tiempo que normalmente necesitamos para que el sol nos produzca una quemadura".
"Hay que valorar dos aspectos importantes antes de adquirir un fotoprotector: el nivel de insolación o índice de radiación UV, que se clasifica de nivel 0 a nivel 10 o superior, y el llamado fototipo de piel, que se escala de 1 a 6", han apuntado desde el MICOF. En España el índice de radiación UV se puede consultar en la AEMET y está entorno al 8-9, considerado como de exposición de riesgo muy alto durante el periodo estival.
Respecto a los seis fototipos, los más comunes son el III y el IV, que se caracterizan por un bronceado más o menos rápido y las quemaduras en una exposición moderada no son muy graves. Teniendo en cuenta estos valores, se recomienda un valor de fotoprotección SPF alto o muy alto, del 25 al 50.
Por otra parte, han señalado desde el MICOF que es "fundamental" aplicar el fotoprotector 30 minutos antes de la exposición al sol y se debe repetir cada 2 horas. También se debe tener en cuenta el periodo de exposición, sobre todo en los bebés y niños, e intentar evitar tomar el sol entre las 11 y las 16 horas como norma general. En el caso de realizar un trabajo al aire libre, estar de excursión, o en una prolongada exposición al sol, hay que usar sombrero, gafas de sol homologadas y ropa transpirable de color claro. En el caso de los bebés menores de 2 años no deberían estar expuestos al sol hasta las cinco de la tarde, han puesto de relieve.
TRATAMIENTO MÉDICO
También hay ciertas personas a las que, al estar bajo un tratamiento, los medicamentos que toman pueden provocarles en la piel una reacción de fotosensibilidad por la exposición solar y por ello deben tener "especial cuidado". De ahí la importancia de consultar siempre al profesional farmacéutico que al inicio del tratamiento para que le indique el uso del fotoprotector en el caso de medicación fotosensible.
Asimismo, el MICOF considera fundamental, tras el baño en la playa, secarse bien y ponerse de nuevo crema con el fin de reestablecer la fotoprotección si el producto no es resistente al agua y recordar que incluso si el día está nublado, hay que ponerse protección.
También han apuntado que en verano es habitual, para evitar las picaduras de mosquitos, utilizar repelente contra los insectos además de protector solar por el día. En estos casos, han comentado que "es conveniente aplicar sobre la piel primero la protección solar y después el repelente; porque de lo contrario el efecto repelente puede no funcionar".
Por último, los farmacéuticos recuerdan que no es recomendable usar el mismo fotoprotector de un año a otro, si se ha abierto, ya que al ser un producto que por sus características de uso se ve expuesto a un calor y una humedad excesivas, sus características y propiedades se ven modificadas, y pierde su función protectora.
Además, en los envases de los protectores solares aparece un dibujo de un tarro con dos dígitos y la letra M que se conoce como PAO o Periodo Tras Apertura, que especifica el tiempo máximo abierto en condiciones ideales sin sufrir una pérdida de eficacia. Aunque el uso de productos fotoprotectores aumenta con de la época estival, es recomendable aplicarse durante todo el año con el objetivo de proteger la piel y prevenir problemas cutáneos, especialmente en aquellos lugares de alta exposición al sol, han destacado los farmacéuticos valencianos.