MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El destino clásico en los meses de verano suele ser la playa, pero también son muchos los que optan por el turismo de interior, tanto en ciudades aprovechando que están algo más despobladas como en pueblos más pequeños y tranquilos. En estos casos el sol sigue estando presente en cualquiera de las actividades que se realicen al aire libre, por ello hay que protegerse de sus efectos nocivos allá a donde se vaya.
Cuando se piensa en la playa, automáticamente se toman medidas de protección solar, pero no hay que olvidar que si se pasea por la ciudad, se toma algo o se está al aire libre, también hay que protegerse porque lo que condiciona el riesgo de quemarse es el tiempo de exposición al sol, según explica el dermatólogo y cirujano plástico en Epidemos BCN, el doctor David Romero Riu.
El tiempo de exposición solar para no quemarse depende del tipo de piel de cada persona. Por ejemplo, una persona de piel clara puede quemarse tras 20 minutos al sol entre las 11 y las 16. Por el contrario, una persona morena o ya curtida, podrá estar expuesta mucho más tiempo.
El especialista y miembro de 'Saluspot' explica que los principales problemas que provocan una sobreexposición al sol son el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas y arrugas, además de aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
Antes de elegir un fotoprotector hay que saber qué tipo de piel se tiene. El experto explica que una persona con piel clara y que trabaje al aire libre necesitará un filtro 50+, utilizar sombrero y aplicar periódicamente dosis para evitar quemaduras, mientras que una persona morena que trabaje en una oficina no necesitará crema solar. A pesar de esto, dice que un factor 30 bastaría en la mayoría de los casos.
En el caso de los niños que están en constante actividad, entrando y saliendo del mar o la piscina, es mejor usar una crema solar más densa y resistente al agua; aunque la tendencia es usar productos que no sean demasiado pegajosos, ya sean cremas, espumas o vaporizadores.
Si se produce una quemadura, el doctor recuerda que se debe lavar la parte quemada y echarse la crema que se utilice habitualmente o específicas para estas situaciones que suelen incorporar componentes calmantes. Una loción que contenga antioxidantes, retinol o ácido glicólico serán las idóneas para contrarestar los efectos negativos del sol.
CONSEJOS PARA PROTEGERNOS DEL SOL EN PUEBLOS Y CIUDADES
La piel sigue siendo vulnerable bajo los efectos del sol, independientemente del lugar en el que estemos, por lo que siempre hay que tomar medidas para protegerse. Por ello el doctor Romero hace una serie de recomendaciones:
1. Crema al menos protección 30 cada mañana.
2. Llevar sombrero, manga larga e intentar estar en la sombra lo máximo posible si se está al aire libre durante mucho tiempo.
3. Si se suda mucho, aplicarse la crema solar cada una o dos horas.
4. Utilizar cosméticos basados en principios activos de eficacia demostrada para revertir los efectos negativos del sol en nuestra piel.
5. Hacerse un peeling cutáneo una o dos veces al año.
6. No fumar porque el tabaco potencia el efecto negativo del sol en la piel.
7. Tener una alimentación rica en antioxidantes.
8. En el caso de que el mal ya esté hecho, usar productos calmantes para bajar la inflamación y recuperarse de la agresión.