Un pigmento de la mandarina reduce un 30% la grasa corporal

Los investigadores del estudio
PARC CIENTÍFIC UV
Publicado: jueves, 7 febrero 2019 17:03

VALNCIA 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una investigación llevada a cabo en el Parc Científic de la Universitat de Valncia en el gusano 'C. elegans', un invertebrado que comparte un alto porcentaje de sus genes con los humanos, demuestra que la ingesta de un carotenoide (pigmento) presente en pocos frutos, entre ellos la mandarina, reduce un 30 por ciento su grasa corporal.

Según ha informado la institución académica, los resultados de esta investigación, que ahora debe probarse en roedores y humanos, "abren la puerta a un potencial desarrollo en la industria agroalimentaria, ya que este carotenoide funciona igual si se ingiere directamente de la mandarina o si se extrae de zumos de mandarinas y se aplica en otras matrices como fermentos lácteos, refrescos, leches desnatadas y zumos".

No obstante, este valor beneficioso para la salud es "preventivo" y "no debe entenderse como terapéutico de obesidad" ni como sustitutivos de los fármacos. Los efectos beneficiosos de la mandarina en este caso deben entenderse "en un sentido de prevención, de reducción del riesgo", subrayan los investigadores que han participado en el estudio.

La beta-criptoxantina, que además posee actividad provitamina A, se encuentra presente en pocos alimentos, entre los que destaca la mandarina. La empresa Biopolis, instalada en el Parc Científic de la UA, utiliza este nematodo para la evaluación funcional de ingredientes, pues conserva un "alto porcentaje de su genoma en humanos".

Los carotenoides son compuestos que dan el color característico a muchos frutos y productos vegetales, como los cítricos, pero además de ello, tienen importantes propiedades nutricionales y beneficiosas para la salud, según ha detallado la UV. Los investigadores Lorenzo Zacarías y María Jesús Rodrigo, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) llevan más de una década estudiándolos.

En concreto, su último trabajo pone el foco de atención en la beta-criptoxantina. "Este pigmento se acumula en muy pocos productos vegetales, entre ellos la mandarina, y además de ser pro vitamina A, parece tener ciertas propiedades antioxidantes que queríamos demostrar. Para ello necesitábamos un modelo animal donde validar su funcionalidad. Esto lo hemos conseguido trabajando conjuntamente con la empresa Biopolis", ha explicado Zacarías.

Este carotenoide también se encuentra en el caqui, el níspero y pimiento rojo, y en frutos tropicales como la papaya. En segundo lugar, los resultados de este estudio demuestran que "la betacriptoxantina no pierde sus bioactividad en el organismo del nematodo cuando se extrae -por ejemplo, de zumos de mandarinas- y se añade a otras matrices alimentarias fundamentalmente líquidas, como pueden ser fermentos lácteos, leche desnatada, refrescos o zumos; en todos ellos ha mantenido su eficacia reductora de grasa", indica Patricia Martorell.

"Este resultado es muy interesante desde el punto de vista aplicado pues apunta a un potencial desarrollo de productos para la industria alimentaria, que podrían incorporar este carotenoide o extractos del mismo en matrices y en suplementos", añade Martorell.

Además, los resultados de este estudio "profundizan en los mecanismos celulares que se desencadenan tras la ingesta del mismo, abriendo así nuevas oportunidades para entender su función en la prevención de enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico y el envejecimiento", indican desde el IATA y Biopolis.

EN RATA O RATÓN

Con todo, matizan todos ellos, "ahora es conveniente validar estos resultados con investigaciones preclínicas en modelos murinos -rata o ratón-, donde hay modelos adecuados para la obesidad, y posteriormente realizar estudios clínicos en humanos".

En Biopolis utilizan desde hace 12 años el nematodo C.elegans como un organismo sencillo para la evaluación funcional de ingredientes. "Entre sus principales ventajas, cabe citar su fácil cultivo en el laboratorio y también a que conserva un elevado porcentaje de su genoma en humanos", subraya la investigadora de Biopolis.