MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
A cierta edad, ¿a quién no le gusta parecer un poco (o mucho) más joven? ¿Quién no agradece que le digan: "qué joven estás" o eso de "yo te echaba dos años menos?. Para ello existen trucos caseros, y asequibles, como cortarse el pelo o usar maquillaje y, luego, existencia tratamientos, bastante más caros, para que los efectos del tiempo no se noten.
Sin embargo, la ciencia ha descubierto que hay personas afortunadas que siempre parecerán más jóvenes de lo que son. Un equipo de investigadores acaba de publicar un artículo en 'Current Biology' donde describen un gen que ayuda a explicar por qué algunas personas parecen más jóvenes que otras. El gen, que han denominado como MC1R, ya es bien conocido por producir pelo rojo y piel pálida.
Ahora, parece que la variación en este mismo gen también está relacionada con las diferencias en la edad que parece que tienen personas de edad avanzada en comparación con otros individuos. Las personas que transportan determinadas variantes de MC1R en su ADN se ven, en promedio, alrededor de dos años mayores de lo que son.
"Por primera vez, se ha encontrado un gen que explica en parte por qué algunas personas parecen más viejas y otros más jóvenes de la edad que tienen", dice Manfred Kayser, del Centro Médico MC de la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Países Bajos.
Estudios anteriores habían demostrado que la edad que parece tener una persona está influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales en partes más o menos iguales. Curiosamente, también se ha visto que la edad percibida predice la salud y la mortalidad de una persona, lo que sugiere que la edad que nos parece que tiene una persona a partir del aspecto de su cara también podría estar vinculada de forma importante a la edad biológica y la salud de una persona.
"Descubrir el primer gen relacionado con la percepción de la edad es importante porque abre la puerta a la posibilidad de identificar otros genes que sabemos que existen y que ahora sabemos que es posible encontrar", añade.
A su juicio, "el descubrimiento marca otro paso para entender las diferentes formas de envejecer de las personas y proporciona nuevas vías para identificar vinculaciones moleculares entre la edad percibida, la edad cronológica y la edad biológica. El siguiente paso será entender, a nivel molecular, por qué parecer más joven implica que una persona es más sana, lo que permitiría avanzar hacia el envejecimiento saludable".
La investigación, que es la primera que se realiza de este tipo, "es tremendamente emocionante porque abre nuevas vías para entender por qué ciertas personas tienen una apariencia más juvenil respecto a la edad que tienen", señala el científico principal de Unilever y co-líder del estudio, el doctor David Gunn.
"Aprendiendo los "secretos" de aquellos que tienen un aspecto joven para su edad, podemos innovar en nuevas formas de ayudar a las personas a permanecer jóvenes por más tiempo en el futuro. Por supuesto, aún queda trabajo por hacer pero tenemos la esperanza de que este descubrimiento pueda influir en el desarrollo y la innovación de los productos de Unilever", advierte.
SIN INFLUENCIAS DE EDAD, SEXO O COLOR DE LA PIEL EN LA EDAD
Para investigar este tema más a fondo, Kayser y su colega Gunn, con sede en Holanda y Reino Unido, analizaron los genomas de más de 2.600 ancianos europeos holandeses. En total se realizaron más de 100.000 evaluaciones para determinar la edad que aparentaban estas personas. y en el proyecto han participado más de 4.000 personas cuya apariencia fue evaluada a través de fotografías faciales.
Tras este primer paso, el equipo examinó más de ocho millones de variaciones en el ADN de los participantes para averiguar si los que tenían un aspecto más joven respecto a su edad tenían diferentes variaciones de ADN frente a aquellos que parecían mayores. Los efectos más fuertes en la edad facial percibida eran de variantes de ADN en el gen MC1R, un hallazgo que fue confirmado en otros dos grandes estudios europeos.
Como Kayser y Gunn señalan, los individuos portadores de determinadas variantes de MC1R parecían casi dos años mayores que su edad. La asociación entre estas variantes de ADN y la edad que se aparenta no estaba influenciada por la edad, el sexo, el color de la piel o el daño solar.
Además de su papel en el color de la piel, también se sabe que MC1R juega un papel en otros procesos biológicos, como la inflamación y la reparación de daños en el ADN. Los investigadores afirman que la influencia de los genes en estos procesos podría ser la razón por la que se vinculan a la apariencia juvenil.
Aunque los investigadores señalan que este gen es sólo uno de los muchos factores que influyen en la edad percibida, planean continuar explorando exactamente cómo influye en nuestra apariencia e identificar otros genes que afectan a la edad que se aparenta. En última instancia, creen que esta línea de trabajo puede ofrecer pistas importantes sobre nuestra salud y la naturaleza de envejecimiento en sí misma.