La obesidad aumenta el riesgo de padecer callos interdigitales

Obesa, obesidad
TONY ALTER/FLICKR
Actualizado: viernes, 13 mayo 2016 14:07

   MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

   Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo a padecer callos interdigitales, también conocidos como 'ojos de pollo', según ha informado el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).

   "Cuando hay un exceso de peso, las extremidades inferiores deben soportar mayor carga sobre ellas y esto provoca la aparición de un exceso de durezas o hiperqueratosis, un engrosamiento de la piel que se produce a causa de este exceso de peso o de fricción continuada sobre una zona", ha señalado el presidente del ICOPCV, Alfredo Martínez.

   Se trata de helomas (callos), con un tamaño como pequeños granos de arroz, que se incrustan en sitios de presión donde hay un punto óseo, por lo que suelen aparecer entre los dedos, en el dorso y en la punta de los mismos. También son frecuentes debajo de las uñas, en la planta del pie y en la prominencia ósea de los juanetes.

CONSEJOS PARA EVITAR SU APARICIÓN

   Junto a la obesidad, las causas más comunes que lo generan son la utilización de un calzado incómodo, de un calzado estrecho que apriete los dedos o tener dedos en garra o juanetes. En este sentido, los expertos han destacado la necesidad de acudir a un podólogo para determinar qué tipo de calzado es el más adecuado en cada caso concreto.

   Y es que, suele ser necesario el uso de ortesis de silicona realizadas a medida que alberguen la deformidad digital y la protejan del roce y de la presión del calzado. Además, tal y como ha detallado el experto, si el profesional comprueba que se han producido por un mal apoyo del pie, será necesario realizar unas plantillas personalizadas que corrijan la pisada.

   Para evitar su aparición, el ICOPCV ha subrayado la importancia de usar calzado que respete el ancho natural del pie, secar los pies completamente después de la ducha, hidratarlos a diario y no utilizar callicidas, ya que su acción podría generar quemaduras en zonas delicadas y producir una infección, lo que es especialmente grave en el caso de las personas diabéticas.