MADRID, 22 Dic. (EDIZIONES) -
El 'Método Curly Girl', como así se llama, está de moda. Consiste en aportar la máxima hidratación al cabello con la finalidad de obtener unos rizos elásticos y definidos, devolviéndoles así un aspecto mucho más saludable. Se trata de una guía de cuidado para el cabello rizado creada por la estilista Lorraine Massey, y en la que todos los productos a emplear no deben llevar sulfatos, ni siliconas, ni alcoholes, ni aceites no hidrosolubles, ni ceras.
Según afirma en una entrevista con Infosalus Patricia Contreras, dermatóloga en Clínica Garnacho (Córdoba) y en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, este método está especialmente dirigido a todas aquellas personas con pelo ondulado y rizado que deseen conseguir unos rizos más marcados, con menos encrespamiento, y más duraderos.
"Para ello, se siguen una serie de normas o pasos como espaciar los lavados y evitar el uso de ciertos productos como son las siliconas, los sulfatos, los aceites minerales, las ceras, o los alcoholes secantes. Por otro lado, se recomienda la hidratación intensiva, utilizando diferentes mascarillas y acondicionadores, basándose en el hecho de que el cabello rizado suele ser más seco y con más tendencia al 'frizz'", aconseja esta especialista.
Ahora bien, esta tricóloga cree que "no todo el mundo obtendrá los mismos resultados aplicando las distintas técnicas y productos indicados en la guía" porque el tipo de rizo, así como su grosor, es propio de cada persona y no se puede modificar, por lo que hay que personalizar siempre los cuidados.
EN QUIÉNES ESTÁ DESACONSEJADO
"El método podría llevarse a cabo para definir más los rizos y disminuir el encrespamiento, pero no es recomendable ser demasiado estricto en su aplicación para evitar los posibles efectos adversos. Además, no todas las personas se podrían beneficiar de él. Especialmente debería evitarse si existen antecedentes de alguna patología como la dermatitis seborreica", agrega.
Es más, subraya que hay que tener en cuenta que el pelo de cada persona tiene su propio grosor y tipo de rizo, por lo que la forma de cuidarlo no será capaz de modificar estas características. "Aunque en principio, el método podría adaptarse a la mayor parte de los cabellos rizados, sí que habría que evitar su aplicación en aquellos con tendencia a la grasa, o siempre que exista cualquier patología como la dermatitis seborreica y la psoriasis, ya que podría causar un agravamiento de la misma", alerta esta dermatóloga.
Igualmente, la doctora Contreras mantiene que existe el riesgo de desarrollar irritaciones del cuero cabelludo, incluso alergias a ciertos ingredientes de los productos utilizados. "Finalmente, esta guía no estaría especialmente indicada para aquellas personas con el pelo liso, fino y/o con poco volumen, ya que podría dejar el pelo más apelmazado y sin forma", sostiene.
En cuanto a sus principales contraindicaciones, o al peligro de este método, esta doctora apunta a diferentes tendencias en el lavado del pelo como el 'low-poo', 'no poo', y el 'co-wash'. "'Low poo' hace referencia a 'low shampooing' y dice que se refiere a la limpieza del cuero cabelludo con champús sin sulfatos ni siliconas, utilizando para ello agentes tensioactivos suaves que limpien el cuero cabelludo pero que, a su vez, no lo resequen", apunta.
Mientras, describe que en el caso del 'No poo' es la abreviatura de 'no shampoo' y en ella se evita por completo el uso de champús; en cuanto al 'Co-wash', que procede de 'Conditioner washing', indica que consistiría en el uso de acondicionadores para el lavado, con la finalidad de que el pelo quede más hidratado y con menos tendencia al encrespamiento.
"El pelo rizado suele ser más seco que el liso. Esto se debe a que la grasa o sebo generada por las glándulas sebáceas, se va a ir desplazando por el tallo piloso con la finalidad de aportarle hidratación. Sin embargo, en el rizo no se consigue deslizar con la misma facilidad, por lo que suele quedar retenido en el cuero cabelludo, junto con células descamadas, restos de sustancias que apliquemos en el cuero cabelludo, suciedad y polución", afirma.
Mantiene esta especialista que los sulfatos son agentes tensioactivos con gran capacidad limpiadora, que sirven para eliminar todos estos residuos consiguiendo una adecuada higiene del cuero cabelludo. "El hecho de utilizar champús más suaves, sin sulfatos, o bien evitar directamente su uso, así como espaciar los lavados, puede llevar a un acúmulo de sustancias grasas, haciéndolo más propenso al crecimiento de microorganismos que puedan dar lugar a infecciones como foliculitis, así como el desarrollo de patologías como la dermatitis", reconoce la tricóloga.
Además, resalta la doctora Contreras, que el acondicionador tiene la función de hidratar la fibra capilar y de aportarle suavidad, "no tiene la capacidad de lavar, por lo que se puede terminar acumulando en el cuero cabelludo ensuciándolo aun mas y causando picores".
Subraya al mismo tiempo que el método Curly también prohíbe el uso de siliconas debido a que pueden apelmazar el cabello, dando la sensación de que esté más sucio, quedando el rizo menos marcado. "Sin embargo, al evitar las siliconas perderemos su efecto protector sobre la cutícula, este es el motivo por el que se añaden en la fórmula", apunta.
¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS?
Para minimizar estos posibles efectos en nuestro cabello ve aconsejable lavar el cuero cabelludo al menos una vez cada 7-10 días con champús con sulfatos, y para realizar un lavado más eficaz, así como usar los acondicionadores específicos para nuestro tipo de pelo, y siempre de medios a puntas, evitando contactar directamente con el cuero cabelludo.
"También podremos usar sin miedo siliconas, ya que pueden resultar muy beneficiosas en el cabello rizado y seco, al realizar un sellado en la cutícula que evitaría que la humedad penetrara en su interior, manteniendo el tallo piloso más hidratado. Para evitar los efectos negativos en cuanto al apelmazamiento, o a la pérdida de la forma del rizo, podremos utilizar siliconas que sean hidrosolubles, ya que se retirarán más fácilmente en el lavado, evitando su acúmulo", remarca.
Con estos consejos asegura la doctora Contreras, especialista en la Clínica Garnacho de Córdoba, llevaremos a cabo un adecuado equilibrio entre cuidar el rizo, pero también tener una buena salud capilar. "Debemos recordar que ante la presencia de pústulas, descamación o caspa, enrojecimiento, irritación, caída capilar excesiva hay que acudir a un dermatólogo, a ser posible especializado en Tricología, para realizar un adecuado estudio, así como la implantación precoz de un tratamiento específico", añade.