MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) ha revelado que hasta el 70 por ciento de las mujeres que hacen dieta en la farmacia recurren a los preparados farmacéuticos de plantas medicinales para intentar rebajar algunos kilos.
El trabajo, realizado con dietistas, contó con la participación de 3.200 mujeres que acudían a una oficina de farmacia en busca de ayuda para perder peso, de quienes el 43 por ciento sufría sobrepeso y el 34 por ciento obesidad. Y tres de cada cuatro participantes ya habían hecho una dieta antes de acudir a la farmacia.
Entre las plantas medicinales más consumidas estaban el té verde y alcachofa. La hoja de la primera, según ha explicado Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de Infito, tiene efectos como el incremento en el gasto energético y en la oxidación de grasas y una disminución en la absorción de lípidos.
La alcachofa, por su parte, tiene propiedades depurativas y ayuda en la digestión de las grasas. Otra también importante es el fruto de la 'Garcinia cambogia', que "puede ayudar a disminuir la lipogénesis", añade.
Lo importante, destaca, es que se adquieran en las oficinas de farmacia ya que en ellas se obtienen "con garantías de calidad, seguridad y eficacia" y, asimismo, también cuentan con el consejo del farmacéutico para cada caso concreto.
Los españoles engordan una media de entre tres y cuatro kilos durante la etapa estival, según datos de Infito. Asimismo, las necesidades de pérdida de peso se incrementan con la edad, de modo que el mayor pico de mujeres con leve sobrepeso, con pérdidas recomendadas de entre 3 y 5 kilos, se produce entre los 40 y 49 años.
Estos kilos de más "se suelen ganar durante las vacaciones de verano y pueden perderse de forma sana, gradual y sostenida gracias al uso de plantas medicinales en combinación con una dieta equilibrada y ejercicio físico", ha reconocido Ortega.
OTROS CONSEJOS PARA REBAJAR EL PESO
De hecho, la doctora Pilar Riobó, especialista en Endocrinología y Nutrición, aconseja una dieta moderadamente hipocalórica que incluya las cinco comidas diarias, practicar ejercicio físico de forma regular y moderada y beber abundante líquido, sobre todo agua.
Lo ideal, añade, es "aprovechar la vuelta a la rutina" para hacer unos cambios en los hábitos que influyen de manera negativa en el seguimiento de una alimentación sana y equilibrada, como por ejemplo, comer en platos pequeños, comprar alimentos bajos en calorías o cocinar sin grasa.
"Es importante, a la hora de planificar una dieta, hacerlo en función de cada paciente, pues cada uno tiene unas necesidades, preferencias y ritmos de vida que hay que respetar para que el plan funcione", según esta experta, que recuerda que las dietas estrictas también "son restrictivas y efectivas mientras se siguen pero está demostrado que no se pueden realizar durante mucho tiempo y que cuanto más estricta sea más riesgo hay de recuperar el peso perdido".