La mitad de los jóvenes entre 12 y 35 años están expuestos a niveles de ruido que afectan a su audición

Trabajador con ruido
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Actualizado: lunes, 18 junio 2018 18:13


MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

La mitad de los jóvenes entre los 12 y los 35 años están expuestos de forma habitual a niveles de ruido que afecta a su audición, según ha señalado Grupo GEA Audífonos, que determina la peligrosidad de estar sometidos a ruidos por encima de los 85 decibelios de forma prolongada durante al menos ocho horas.

La mayor parte de estas malas prácticas se deben, advierten desde GEA Audífonos, al uso prolongado de auriculares a volumen muy elevado, además de someterse de forma frecuente a fuertes ruidos ambientales especialmente los de discotecas, bares o conciertos, entre otros. "Nos encontramos con picos de 100 decibelios en alguno de los ejemplos anteriormente citados y la exposición a éstos no debe superar los 15 minutos para que no resulten perjudiciales, añaden.

En este sentido, alertan de que hay que tener en cuenta que el uso continuado de los mp3, mp4 y dispositivos afines a través de los auriculares alcanzan un volumen máximo de 105 decibelios, por lo que "pueden generar un impacto negativo en la audición".

A pesar de las advertencias de muchos dispositivos cuando sobrepasan el umbral del riesgo de daño para la audición, señalan que la mayor parte de los jóvenes de 12 a 25 años (un 70 por ciento) omite el aviso, mientras que el 67 por ciento de los mayores de 25 y menores de 35 rectifican y bajan el volumen.

"Hay señales o avisos por los que los jóvenes perciben que su audición puede tener problemas, y son los cambios de forma temporal en el umbral de la audición o pequeñas pérdidas de la misma durante un corto período de tiempo", recuerdan, añadiendo que en los casos más extremos el uso de audífono se puede adelantar "diez años respecto a la fecha habitual de uso en condiciones normales por deterioro asociado a la edad (presbiacusia)".

Finalmente, indican que existe un daño al subsistema específico del sistema auditivo que no permite escuchar en entornos ruidosos, concretamente en las fibras de los nervios auditivos. "Este es un tipo de pérdida de audición descubierta recientemente y aunque no mina la capacidad auditiva para conversaciones específicas y sonidos individuales, sí que se aprecia en esa pérdida de audición oculta en los entornos mencionados anteriormente", concluyen.