MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Médicos estéticos han señalado la importancia de un buen uso de la telefonía móvil para evitar el envejecimiento prematuro, sobre todo facial y corporal, con motivo del 35 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) que se celebra en Málaga del 20 al 22 de febrero.
La presidenta del Comité Local del Congreso y directora de la Clínica Doctores López de Málaga, la doctora María del Carmen López, ha destacado los datos de un estudio estadounidense que aseguran que las personas miran el móvil unas 150 veces al día y esto multiplicado por todo el año demuestra una repercusión "innegable" en la salud y el bienestar.
Según la experta, actualmente cada español pasa unas 5,5 horas al día delante de una pantalla y en especial frente a un smartphone, para hacer llamadas, consultar el correo electrónico, intercambiar mensajes o consultar el tiempo.
"Un uso excesivo de las telefonía móvil, sin unos hábitos adecuados, tiene un impacto en la belleza y en la estética de las personas con la aparición de ojeras, envejecimiento prematuro de la piel, sobrepeso por sedentarismo, aparición de papada, incremento de grasa localizada en brazos e, incluso, lesiones en el cartílago auricular, entre otros", ha alertado la doctora López.
Por su parte, el congresista, médico estético asociado a la SEME y director de la Clínica Dr. Tufet de Barcelona, el doctor Jaume Tufet, ha destacado en este aspecto que los médicos estéticos deben "velar por la salud y el bienestar de las personas", en un momento de tanto consumo de las tecnologías.
La SEME publicó a finales de enero un estudio en el que resaltaba que elementos como los selfies o la sobreexposición de la imagen personal en las redes sociales también "ha despertado la inquietud de los jóvenes por la imagen personal", una tendencia que además según el doctor Tufet "no para de crecer".
Los principales problemas estéticos por el mal uso de los móviles y las nuevas tecnologías son: las ojeras y las bolsas por la sobreexposición a las pantallas; el sedentarismo y el sobrepeso, que potencian el riesgo cardiovascular; el incremento de la grasa localizada en el cuello, por la inclinación constante de la cabeza para ver el móvil; la flacidez en la cara interna de los brazos; o las lesiones en el cartílago auricular, por la presión del teléfono sobre la oreja o por el uso de auriculares inalámbricos.