MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de pacientes tratados con quimioterapia o radioterapia de cabeza y cuello sufren efectos adversos orales, según se ha puesto de manifiesto en el monográfico 'Manejo de los efectos adversos orales del tratamiento con quimioterapia o radioterapia', elaborado por Dentaid.
El documento pretende ser una guía práctica sobre el manejo de los efectos adversos orales que pueden causar estos tratamientos, con el fin de dar respuesta a las situaciones reales que se producen en las consultas. "Este tipo de herramientas son indispensables para el abordaje de los efectos adversos ya que orienta al profesional a tratar o prevenir. De esta manera, gracias a este monográfico podremos reducir los tiempos de respuesta y estaremos mejorando la calidad de vida de los pacientes", ha dicho el medical advisor de Dentaid Oncología y salud oral, Xavier Calvo.
Las complicaciones orales de la radioterapia y la quimioterapia se dividen, desde el punto de vista de su evolución, en reversibles e irreversibles y, según la cronología, en inmediatas, a medio plazo y a largo plazo. También se clasifican los efectos secundarios orales en agudos, producidos como consecuencia de la toxicidad directa del tratamiento y que persisten durante toda su duración, y tardíos o crónicos, si se desarrollan después del tratamiento y dependen del órgano que ha sido dañado.
En este sentido, en el trabajo se detallan hasta 14 efectos adversos entre los que se encuentran la mucositis oral, que se produce como resultado de los efectos citotóxicos de la quimioterapia y los efectos locales de la radiación y que puede causar dolor y afectar a la capacidad del paciente para comer, beber, deglutir o hablar; la xerostomía que puede aparecer a las dos semanas del inicio de la radioterapia y que disminuye significativamente el flujo salival; o las infecciones.
El riesgo de infecciones orales se incrementa durante y después del tratamiento debido a la alteración de la microbiota oral por la mielosupresión y a que la saliva disminuye su capacidad de limpieza oral y antibacteriana por la disminución de su flujo. Asimismo, las infecciones más comunes son las fúngicas, como la candidiasis, las víricas y las bacterianas.
Además de las anteriormente comentadas, otras de las enfermedades relacionadas con los tratamientos del cáncer pueden ser la disfagia, la disgeusia, la caries dental y daños en el periodonto, el trismus, la necrosis de los tejidos blandos, el daño en las glándulas salivales, la neurotoxicidad, la tendencia al sangrado o la osteorradionecrosis.
Finalmente, y según se plasma en el trabajo, la decisión clínica sobre el tipo de tratamiento dental debe basarse en la valoración clínica y radiográfica de los dientes implicados, el tiempo disponible antes del tratamiento oncológico, el estado inmunológico del paciente, así como el plan de tratamiento quimioterápico y radioterápico.