MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ocho de cada diez pacientes que acuden a consulta de Medicina Estética presentan mayores signos de envejecimiento en el rostro, sobre todo en el cuello y en el escote, siendo los más afectados los adultos mayores de 40 años, debido a una menor concienciación sobre el uso de los fotoprotectores como herramienta de prevención para combatir los efectos del sol, según los datos recopilados durante el último año por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
"La mayor parte de los paciente mayores de 40 años que llegan a nuestras consultas muestran signos de daños provocados por la continuada exposición. Sobre todo, se encuentran afectadas aquellas zonas generalmente olvidadas en la aplicación de fotoprotectores, como cuello, escote y manos", ha afirmado la presidenta de la SEME, la doctora Vega.
Por ello, además de las recomendaciones generales para el correcto cuidado de la piel, la SEME recalca la importancia de aplicar protectores solares también en estas zonas y recuerda que es necesario su uso ante cualquier situación en la que la piel vaya a estar expuesta -de forma continuada- como, por ejemplo, en la práctica de deportes y ocio al aire libre.
Asimismo, los expertos han subrayado la relevancia de una alimentación sana, a base principalmente de frutas, verduras, pescados y legumbres, rica en vitaminas B, C y E, ya que estas vitaminas favorecen la producción de antioxidantes, que a su vez ayudan a combatir el exceso de radicales libres, los principales responsables del deterioro y envejecimiento prematuro de la piel.
Por otro lado, entre los tratamientos preventivos y de choque para mejorar las zonas ya afectadas por marcas y otros daños estéticos en la piel producidos por el sol, el portavoz y miembro de la Junta de la SEME, el doctor Morano, ha recordado que actualmente se cuenta con los mejores tratamientos orientados a mejorar la hidratación de la piel, como la administración de ácido hialurónico, que consigue aportar un aspecto más joven, y la aplicación de láseres no ablativos para regenerarla sin necesidad de aportar elementos extraños al organismo.