MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los expertos del Instituto Médico Ricart (IMR) apuntan que, en lo que respecta a la salud de la piel y el cabello la mejor opción es el mar antes que la piscina debido a que no tiene cloro y otros productos químicos empleados que se emplean en las piscinas para mantenerlas limpias.
El cloro y los productos químicos de las piscinas pueden causar sequedad e irritación cutánea si se realizan baños prolongados. Además, el agua de la piscina también puede dañar la estructura química del tallo piloso y deshidratar el pelo, haciendo que se quiebre y se vea seco, fosco y sin brillo.
"No podemos olvidar que en las piscinas se suelen emplear químicos con cobre que pueden producir un cambio en el color del pelo volviéndolo verdoso, especialmente en personas con cabellos más claros", afirma la dermatóloga de IMR, la doctora Marta González.
De hecho, el agua de las piscinas puede empeorar enfermedades preexistentes, como la dermatitis atópica. El agua de mar, sin embargo, tiene efectos beneficios para la piel porque contiene minerales y oligoelementos con propiedades antisépticas. Además, el mar tiene un efecto exfoliante suave que puede mejorar temporalmente algunas patologías, como la psoriasis o el acné.
Sin embargo, no todos son ventajas puesto que los baños largos en el mar pueden alterar los lípidos naturales que protegen la piel, deshidratándola y haciendo que sea más propensa a irritarse. Asimismo, puede dañar la cutícula del pelo, lo que puede hacer que se vuelva más frágil y quebradizo.
Para poder disfrutar del sol y las olas, la doctora Gonzalo recomienda que "las personas con piel sensible o propensa a eccemas eviten baños prolongados, ya sea en la piscina o el mar". Por otro lado, la doctora recuerda que después de cada chapuzón hay que aclarar el cuerpo y cabello con agua dulce, y "al regresar a casa darse una ducha completa para eliminar los residuos de cloro, sal y arena que podrían afectar a la piel y el cabello".
Por último, la doctora destaca que es fundamental la hidratación y la protección. La piel hay que hidratarla con cremas nutritivas para restaurar su barrera protectora y, para el cabello, se aconseja utilizar acondicionadores o mascarillas para sellar la cutícula y prevenir la sequedad.
Con respecto a la protección, la especialista indica que es muy importante evitar exponerse intensamente al sol durante las horas punta, cuando los rayos ultravioletas son más fuertes.
"Es imprescindible utilizar protector solar de amplio espectro con FPS 50, aplicándolo generosamente antes de salir de casa y reaplicándolo cada dos horas o después de nadar. Además, no se puede olvidar resguardar la piel con sombreros, gafas de sol y ropa de manga larga cuando sea posible, especialmente durante largos periodos al aire libre", concluye.