MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Llevar lentillas en la playa o en la piscina conlleva el riesgo de infección ocular severa por 'Acanthamoeba', organismo unicelular que se encuentra en el agua y que puede llegar a comprometer la integridad del ojo, según ha advertido la óptica-optometrista del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Mireia Campos.
Sin embargo, muchas personas las utilizan en estos momentos, a pesar de que el uso de corrección óptica a la hora de practicar deporte o disfrutar al aire libre en verano puede impedir a las personas que padecen defectos refractivos ver nítidamente .
"Es habitual que la miopía reste calidad de vida en el día a día de los pacientes, a quienes no les gusta renunciar a su libertad, por banal que pueda parecer en algunos casos. Sin embargo, el deseo de no perderse ningún detalle no es un capricho ni una frivolidad y, por tanto, la cirugía refractiva como alternativa tampoco debe abordarse frívolamente", han apostillado especialistas de IMO.
En este sentido, el doctor Daniel Elies ha informado de que, frente a las múltiples opciones quirúrgicas que existen actualmente, la correcta indicación y aplicación por parte de un experto son dos elementos clave que determinarán en un 80 por ciento el éxito y la seguridad de los resultados.
Además, ha destacado los nuevos modelos de lentes intraoculares fáquicas, así como la cirugía refractiva LASIK, generalmente la más extendida para corregir la miopía y que consiste en modificar la curvatura corneal. "Esta cirugía puede utilizarse en lugar del microqueratomo mecánico para abrir una lámina circular o 'flap' en la superficie de la córnea, aportando rapidez, seguridad y predictibilidad a la intervención, ya que ejecuta con impecable exactitud las instrucciones que damos los cirujanos", ha zanjado el coordinador del Departamento de Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva de IMO, José Luis Güell.
