MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El verano es una época en la que nuestros ojos están muy expuestos a los daños que provocan los rayos ultravioletas, debido a que el hemisferio norte está más inclinado hacia el sol y recibe más rayos solares, y se pasa más horas en el exterior.
Una de las soluciones más inmediatas es protegerse con gafas de sol, un objeto imprescindible no solo en verano, sino durante todo el año. No obstante, hay que tener en cuenta una serie de aspectos en el momento de adquirirlas como llevar distintivo CE; este es una marca que da el visto bueno a la distribución del producto por los estados de la Unión Europea ya que cumple con los requisitos legales exigidos en la UE. No todos los productos que se venden lo necesitan, pero sí tiene que constar en las gafas de sol.
Asimismo, de una manera u otra, debe tener información clara sobre el producto como su identificación, nombre y dirección del fabricante, categoría de filtro de las gafas, información sobre la limpieza, país de origen del producto, etc; tiene que llevar la identificación ISO 1836:1997, y también debe decir qué grado de protección ofrece contra la radiación ultravioleta (UV).
El filtro de las gafas tiene una clasificación que se debe tener en cuenta a la hora de comprarlas. Por ello, la elección irá en función del uso que se le den, según han explicado desde el Institut Català de Retina:
- Categoría 0: deja pasar entre un 81 y un 100 por ciento de la luz. o Estas gafas tienen una función puramente estética y solo son recomendables en días completamente nublados o en interiores.
- Categoría 1: deja pasar entre un 44 y un 80 por ciento de la luz. o Su uso es recomendado cuando la luz es de intensidad baja.
- Categoría 2: deja pasar entre un 19 y un 43 por ciento de la luz. o Recomendadas cuando la intensidad de la luz es media.
- Categoría 3: dejar pasar entre un 8 y un 18 por ciento de la luz. o Recomendadas cuando la intensidad solar es alta, sobre todo en la playa y en la montaña.
- Categoría 4: deja pasar entre un 4 y un 7 por ciento de la luz. o Recomendadas cuando la intensidad de la luz es extrema, como en alta montaña.
Pero, a la hora de conducir, solo se permite hacerlo con gafas con un filtro de las categorías 0, 1, 2 y 3. Las de categoría 0 también se pueden usar durante la conducción nocturna, a diferencia de las categorías 1, 2 y 3 que solo pueden usarse cuando se conduce de día. Las gafas con filtro de categoría 4 quedan prohibidas para conducir.
IDEAS EQUIVOCADAS: LAS GAFAS MÁS OSCURAS PROTEGEN MEJOR QUE OTRAS CON CRISTALES MÁS CLAROS
Según han comentado desde el Institut Català de Retina, mucha gente confunde las categorías anteriores con el nivel de protección que ofrece la gafa contra los rayos ultravioleta. Además, también piensan que las gafas más oscuras protegen mejor que otras con cristales de color más claro. Pero, las dos ideas están equivocadas.
Todas las gafas de sol tienen que garantizar la protección ante los rayos UV, sean del color que sean. Una garantía que solo pueden dar profesionales del sector a la hora de comprar el producto.
Para entenderlo mejor, desde el centro ha explicado que los rayos ultravioletas se dividen en rayos UVC, UVB y UVA. Todos ellos deben estar por debajo de los 400 nanómetros, que es el límite donde empieza la luz visible. Por ello, el filtro UV400 que asegura una alta protección ante los rayos ultravioletas. De todas formas, se recomienda no exponerse a estos rayos durante largos periodos de tiempo.
Respecto al color del cristal de las gafas de sol, hay que escoger el que altere menos la percepción de colores del entorno, pero siempre priorizando la protección contra la luz solar y la protección UV.