Estados Unidos propone prohibir que los menores de 18 años usen cabinas de bronceado

Actualizado: lunes, 21 diciembre 2015 13:36

   NUEVA YORK, 21 Dic. (Reuters/EP) -

   La Agencia Americana de Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés) ha propuesto que se prohíba que los menores de 18 años puedan usar las cabinas de bronceado y que los fabricantes incluyan de forma más clara advertencias sobre los riesgos de su uso.

   Además, plantean que los usuarios firmen un documento en el que acreditan que son conscientes de los riesgos que conlleva antes de una primera sesión y cada seis meses, y no descarta que puedan imponerse sanciones y multas en caso de que las instalaciones no cumplan con la normativa.

   Cada año más de 3.000 visitas a Urgencias en Estados Unidos están provocadas por lesiones causadas por estos dispositivos, lo que ya llevó a la FDA a recomendar en 2013 que las cabinas de bronceado no fueran utilizadas por menores de 18 años, aunque no llegó a prohibirlas.

   En esta ocasión, la propuesta está en línea con las recomendaciones de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

   "El objetivo es proteger a los jóvenes de una causa conocida y prevenible del cáncer de piel", ha explicado Stephen Ostroff, comisionado de la FDA, que recuerda que los menores de 18 años tienen "el mayor riesgo de sufrir los efectos adversos del bronceado artificial".

   Según datos de la Academia Americana de Dermatología, en Estados Unidos 1,6 millones de menores utilizan cabinas de bronceado. Además, se estima que el 59 por ciento de los estudiantes universitarios y el 17 por ciento de los adolescentes asegura haberlas usado alguna vez en su vida.

   Esta práctica, añaden, hace que tengan un 59 por ciento más de probabilidades de desarrollar melanoma, frente a quienes no las han usado nunca. La incidencia de estos tumores está aumentando más rápidamente en mujeres de 15 a 29 años.

   La Asociación de Cabinas de Bronceado argumenta que la decisión debe depender de los padres y no del Gobierno, por lo que plantea que se establezca un consentimiento previo por parte de los progenitores.