MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Para eliminar las marcas que deja el acné, la experta en cirugía estética Gema Pérez aboga por la utilización del láser CO2 resurfacing o las infiltraciones de ácido hialurónico, en función del tipo de cicatriz.
Precisamente, el acné puede dejar cicatrices en la piel por dos motivos, principalmente. Primero, porque el paciente ha sufrido un brote de acné inflamatorio o, de no ser así, porque se ha producido una manipulación de los granitos, con su consiguiente infección.
Por ello, para mejorar las marcas y cicatrices de tipo hipertróficas y las queloideas, que son las que sobresalen, la doctora aboga por tratarlas con el láser CO2 resurfacing. Este sistema de luz interactúa con la piel, eliminando las capas más superficiales, para su renovación, contrayendo y regenerando las capas más profundas. Mediante el cabezal incisional reseca lesiones cutáneas como las del acné, sin necesidad de realizar suturas y sin cicatrices evidentes, y con una mínima anestesia tópica o local.
Tras la aplicación de la luz láser, la piel tendrá un color marronáceo, hasta que la capa superficial se desprenda. Posteriormente, como la piel es nueva, se verá rosada. Para camuflar el enrojecimiento, se puede aplicar protector solar con color. Asimismo, es necesario hidratar profundamente la piel, hasta que pasados unos días se vea más tersa y luminosa.
Por otro lado, para mejorar las cicatrices atróficas, que pueden ser de diversos tipos (en picahielos, tipo boxcar), la especialista recomienda recurrir a las infiltraciones de ácido hialurónico. "Inyectamos rellenos para dar volumen a las zonas hundidas; su efecto es inmediato y conseguimos resultados muy naturales", explica.
