MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada de la vuelta al cole y el frío, se hace necesario elegir un buen calzado que proteja a los niños en todos los sentidos, y no sólo en el térmico.
El Colegio de Podólogos de Andalucía define un buen calzado como aquel que "respeta la fisiología y la estructura de los pies, es decir, que se adapta tanto al largo como al ancho del pie". Recuerdan, además, que la correcta elección de un calzado para un niño en edad escolar es "muy importante para evitar lesiones y deformidades en edades adultas".
Entre los problemas que pueden destacarse por utilizar un calzado inadecuado se encuentran deformidad en los dedos, uñeros, dolor en la planta del pie o eccemas.
En general, "el modelo de zapato que elijamos para nuestros hijos debe permitir un correcto desarrollo del pie, respetando la biomecánica y fisiología del mismo, sin olvidar tampoco el entorno en el que viva el niño y la rutina individual que lleve", ha resumido la podóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo (Valencia), Noelia Chaques, que proporciona consejos para una elección perfecta.
- Talla. Cuando hay que elegir el calzado adecuado, el tamaño, suela, material e incluso los calcetines son factores a tener en cuenta. Según afirma Noelia Chaqués, "antes de comprarlos, el niño debe probárselos con los calcetines y debe ponerse de pie, para que cargue su peso sobre los dos pies".
Por otro lado, hay que "vigilar que haya un espacio de entre 0,5 y 1 centímetros entre el dedo más largo y el calzado", ha indicado la experta. Para ello, puede pedirse al niño que empuje el pie hacia delante una vez está de pie, e introducir el dedo índice nuestro por la parte del contrafuerte.
"Si el zapato no es su talla podría alterar su forma de caminar, fortalecer los dedos en garra y los uñeros e incluso hacerle rozaduras si le está grande", ha explicado Chaqués.
CONSEJOS
- Flexibilidad. Es "fundamental" que el calzado por la parte delantera sea ancho para que los dedos queden sueltos y se muevan libremente, ha continuado la especialista. "El modelo más adecuado es un zapato que se adapte y sujete bien al pie, y que disponga de cordones o velcro en el empeine, asegurando que la parte delantera del zapato sea flexible, para que al andar las articulaciones del pie puedan moverse con holgura", ha especificado.
Otro punto a tener en cuenta es la movilidad del tobillo, en caso de llevar zapatos el contrafuerte debe de quedar por debajo de los huesos laterales del tobillo y, si son botas, deben ser flexibles en ese punto.
- Suelas. Las suelas deben de ser planas y flexibles en la parte delantera. Hay que buscar materiales como la goma para garantizar la amortiguación y evitar los tacones en edades tempranas.
- Plantillas. Son un punto importante en una de las partes del zapato. Debe de ser plana para asegurar un desarrollo correcto del arco interno del pie. En caso de que algún nino necesite fortalecer esa zona por pie plano, lo mejor es consultar con un podólogo y confeccionar unas plantillas a medida.
- Calcetines. Unos de un material adecuado son una pieza importante para una buena salud del pie. Los de fibras naturales, como el algodón, son los más recomendables ya que permiten la transpiración normal de los pies.
"Para evitar malos olores e hiperhidrosis o exceso de sudoración es importante usar un par de calcetines al día en aquellos niños que padecen esta patología", ha concluido Chaqués.
- Material. La elección del material es de especial relevancia. "Se recomienda adquirir un calzado fabricado con materiales naturales que permitan la transpiración, como la piel o el cuero, ya que evitan la sudoración excesiva y el mal olor", ha matizado la experta.
- Tiempo con zapatos. La podóloga también se ha referido al tiempo en que los niños permanecen con zapatos. "A pesar de haber elegido un calzado correcto, hay que tener en cuenta que los zapatos y zapatillas deben utilizarse sólo unas horas del día. Es recomendable que en casa los pies estén libres, y será suficiente utilizar un calcetín antideslizante", ha concluido.
Por otro lado, y en cuanto a la población adulta, los Colegios de Fisioterapeutas de Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia recomiendan cambiar de zapatos y altura de tacón todos los días para evitar desarrollar lesiones.