MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Kioto y la Universidad de Fukui (ambas en Japón) sugiere que un anticuerpo para el gen asociado a la sensibilización uterina-1 o USAG-1 puede estimular el crecimiento de los dientes en ratones que sufren agenesia dental, una enfermedad congénita, lo que abre la puerta a una nueva terapia de regeneración de los dientes perdidos en adultos alternativa a los implantes y otras medidas artificiales.
Los investigadores del estudio, publicado en 'Science Advances', recuerdan que, aunque la boca de un adulto normal tiene 32 dientes, alrededor del 1 por ciento de la población tiene más o menos debido a condiciones congénitas. Es por ello que estos científicos han explorado las causas genéticas de los casos que tienen demasiados dientes como pistas para regenerar los dientes en los adultos.
Según uno de los autores principales del estudio y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kioto, Katsu Takahashi, ya se han identificado las moléculas fundamentales responsables del desarrollo de los dientes. "La morfogénesis de cada diente depende de la interacción de varias moléculas, como la proteína morfogenética ósea y la señalización Wnt", explica Takahashi.
La proteína morfogenética ósea y la Wnt intervienen "en mucho más que el desarrollo de los dientes", tal y como recuerda el experto, pues modulan el crecimiento de múltiples órganos y tejidos "mucho antes de que el cuerpo humano tenga el tamaño de una pasa". Por ello, se suelen evitar los fármacos que afectan directamente a su actividad, ya que los efectos secundarios podrían tener consecuencias en todo el organismo.
Teniendo en cuenta que dirigirse a los factores que antagonizan dichas proteínas y las Wnt específicamente en el desarrollo de los dientes podría ser más seguro, el equipo consideró investigar el gen USAG-1. "Sabíamos que suprimir el USAG-1 beneficia el crecimiento de los dientes, lo que no sabíamos era si sería suficiente", ha comentado Takahashi.
Por ello, los científicos investigaron los efectos de varios anticuerpos monoclonales contra el USAG-1. Los anticuerpos monoclonales se utilizan habitualmente para tratar el cáncer, la artritis y el desarrollo de vacunas.
Así, vieron que la USAG-1 interactúa tanto con la proteína morfogenética ósea como con la Wnt. Como resultado, varios de los anticuerpos provocaron una baja tasa de nacimiento y supervivencia de los ratones, lo que afirma la importancia tanto de la esta proteína como de la Wnt en el crecimiento de todo el cuerpo. Sin embargo, un anticuerpo prometedor interrumpió la interacción de USAG-1 con la proteína morfogenética ósea únicamente.
Los experimentos con este anticuerpo revelaron que la señalización de dicha proteína es esencial para determinar el número de dientes en los ratones. Además, una sola administración era suficiente para generar un diente entero. Asimismo, experimentos posteriores demostraron los mismos beneficios en hurones.
"Los hurones son animales difiodontes con patrones dentales similares a los de los humanos. Nuestro próximo plan es probar los anticuerpos en otros animales, como cerdos y perros", explica Takahashi.
Así las cosas, este estudio es el primero que demuestra los beneficios de los anticuerpos monoclonales en la regeneración dental y proporciona un nuevo marco terapéutico para un problema clínico que actualmente solo puede resolverse con implantes y otras medidas artificiales.
"La ingeniería tisular convencional no es adecuada para la regeneración de dientes. Nuestro estudio demuestra que la terapia molecular sin células es eficaz para una amplia gama de agenesias dentales congénitas", concluye otro de los autores del estudio, Manabu Sugai, de la Universidad de Fukui.