MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El dermatólogo José Manuel Miralles López ha alertado de un incremento de casos en la consulta de rosácea, especialmente en su forma más severa, una enfermedad que afecta aproximadamente a 415 millones de personas en el mundo y es "una de las patologías más infradiagnosticadas de la piel".
Según el doctor, aunque la padecen entre un 2 y un 5 por ciento de la población, los estudios epidemiológicos dan prevalencias "muy variables". "Lo que sí estamos apreciando es un incremento del número de casos en la consulta y especialmente en su forma más severa", ha apuntado en este sentido.
Se trata de una patología que si no se trata suele progresar y aumentar su severidad. Las causas exactas de esta patología se desconocen, pero los últimos estudios sugieren que puede estar detrás un mal funcionamiento del sistema inmunitario (que induce cascadas inflamatorias) o la desregulación neurovascular (conduce a la vasodilatación y al desarrollo de vasos sanguíneos superficiales).
La rosácea es tres veces más común en mujeres que en hombres y su inicio suele situarse entre los 30 y los 50 años. Esta afección cutánea, inflamatoria y crónica, suele afectar principalmente a las zonas centrales del rostro (mejillas, nariz, mentón y parte central de la frente). De acuerdo con Miralles, "el paciente que padece rosácea suele estar muy afectado por su problema".
Su impacto psicológico y emocional en los pacientes puede ser "importante", advierte, ya que vivir con rosácea "puede reducir la autoconfianza, aumentando el riesgo de ansiedad social y depresión". "De hecho, casi el 90 por ciento de los pacientes sufren problemas como vergüenza, menor autoestima y confianza, ansiedad y depresión", ha asegurado.
Para ayudar a solventar este problema de la piel, recomienda 'Kleresca Rosacea Treatment', un método diseñado para reducir los signos y síntomas de la rosácea mediante la energía de la luz fluorescente, que estimula los mecanismos de reparación propios de la piel. Este dispositivo combina una lámpara multi-LED con un gel fotoconversor.
Tras la evaluación médica, un profesional capacitado limpia la piel del paciente y aplica el gel, que se ilumina bajo una lámpara multi-LED de varias longitudes de onda durante nueve minutos cada sesión. "En definitiva es una nueva terapia más suave que los tratamientos tradicionales y que ha demostrado una alta eficacia y seguridad, pudiendo el paciente hacer vida normal justo después de recibirla. Además, se puede realizar en cualquier época del año, ya que no causa fotosensibilidad, siendo adecuado para todo tipo de pieles, incluso para pacientes con piel sensible", ha concluido.