MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Dentistas advierte de que no existen evidencias científicas de que ningún remedio natural pueda reemplazar al flúor en la prevención de las caries.
"El auge de los productos naturales como alternativa a aquellos que contienen elementos químicos es continuo. Pero, si bien determinados agentes naturales poseen propiedades incuestionables, no se debe promover su uso sin contar previamente con los avales científicos que demuestren su seguridad y eficacia", advierten desde la organización.
Tal y como aseguran, en internet y en las redes sociales proliferan informaciones relativas a la higiene dental que aseguran que las pastas dentífricas fluoradas pueden ser sustituidas por productos como aceite de coco, bicarbonato, arcilla blanca o aceites esenciales de eucalipto, entre otros. Sin embargo, no existen evidencias científicas sobre ello.
Además, ningún producto contiene sus propiedades preventivas. El flúor reduce notablemente la aparición de caries a través de 3 mecanismos: al incorporarse al esmalte, permite hacerlo más resistente al ataque de los ácidos; tiene un efecto antibacteriano sobre aquellos microorganismos que provocan la caries; y finalmente, evita la desmineralización del diente, por eso es un elemento indispensable para mantener una boca sana.
De hecho, los datos epidemiológicos históricos certifican que en la etapa anterior a la incorporación del flúor a los dentífricos (antes de 1950), el cepillado dental era muy poco eficaz en la prevención de la caries. "Eliminar el flúor de la higiene bucodental no es, por lo tanto, una opción razonable en términos de evidencia científica y desde un punto de vista de salud pública", explica el presidente del Consejo General de Dentistas, el doctor Óscar Castro Reino.
ABRASIONES DEL ESMALTE, CARIES Y SENSIBILIDAD DENTAL
Algunos de los productos mencionados anteriormente, como el bicarbonato y la arcilla blanca, no solamente no tienen ningún beneficio para la salud bucodental, sino que, además, pueden provocar importantes abrasiones en el esmalte de los dientes debido al desgaste que provocan, generando una sensibilidad dentaria muy considerable. El bicarbonato, además, puede originar quemaduras en la mucosa y teñir los dientes de un color amarillento con el paso del tiempo.
Por ello, para una correcta higiene bucodental, el Consejo General de Dentistas recomienda cepillar los dientes, al menos, dos veces al día, con una pasta dentífrica fluorada durante dos minutos. El uso de irrigadores o colutorios nunca sustituyen a una adecuada técnica de cepillado, pero pueden complementarla si así lo indica el dentista.