MADRID, 4 Nov. (EDIZIONES) -
Cuando nos duchamos no nos lavamos el cuerpo dos veces, ¿qué hacemos entonces con nuestro pelo? ¿Por qué es costumbre lavárnoslo un par de veces cada vez que pasamos por la ducha? ¿Hasta qué punto esto está indicado o, por el contrario, puede ser perjudicial para la salud de nuestro cuero cabelludo?
Le preguntamos directamente a la doctora María Rogel, que es dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de Grupo Pedro Jaén (Madrid), y quien nos recuerda en una entrevista con Infosalus precisamente eso, que el cuerpo no nos lo solemos lavar dos veces, pero el pelo sí, una costumbre que no siempre es necesaria.
Asegura esta experta que, "normalmente con una vez es suficiente" pero siempre que emulsionemos bien el producto y masajeemos todas las zonas del cuero cabelludo para eliminar bien los residuos. "En cueros cabelludos grasos, sin embargo, puede ser recomendable realizarlo dos veces", apostilla la dermatóloga.
¿Y SI NOS LAVAMOS EL PELO TODOS LOS DÍAS?
Por otro lado, preguntamos a esta experta del Grupo Pedro Jaén si es contraproducente para la salud de nuestro cabello el lavarnos el pelo todos los días, a lo que contesta con rotundidad: "No".
Subraya que es una de las preguntas más frecuentes con respecto al cuidado del pelo que suelen hacerse, y comenta que "no sólo no es malo, sino que puede ser recomendable cuando, por ejemplo, queremos aliviar el efluvio telógeno".
Considera así que, lavando el pelo a diario, facilitamos el desprendimiento del pelo que de todos modos se iba a caer en breve, a la vez que favorecemos que entre de nuevo en fase de crecimiento.
"Lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo. Únicamente puede ser perjudicial en aquellos cabellos muy quebradizos o dañados por tratamientos con calor, decoloración u otros químicos, o en casos de cuero cabelludos sensibles e irritables, en cuyo caso recomendamos una menor frecuencia de lavado", prosigue la doctora María Rogel.
USO DE ACONDICIONADORES Y DE MASCARILLAS
Por otro lado, una de las dudas más habituales en torno al cuidado del cabello es el empleo de acondicionadores, ¿en qué casos está indicado su uso?, ¿con qué frecuencia emplearlos?
Mantiene esta especialista que el acondicionador es un producto que, fundamentalmente, sirve para suavizar e hidratar ella fibra capilar: "Facilita la tarea de desenredarlo y peinarlo, algo muy recomendable en personas con el pelo largo para evitar los tirones, muy dañinos para la fibra capilar".
¿Y el de mascarillas? Sostiene aquí la tricóloga que la mascarilla aporta "un extra de nutrición", a la par que ayuda a tener el pelo con buen aspecto (mantener brillo, textura, volumen, etc.) y evitar que el tallo piloso se dañe.
Ambos productos, según prosigue, deben usarse según las necesidades y gustos de cada persona. "No es lo mismo alguien que tenga el pelo corto que alguien con el pelo largo, muy rizado, seco, pacientes con afecciones en el cuero cabelludo", indica la doctora Rogel.
Y es que uno de los principales inconvenientes que tienen estos productos es que pueden engrasar el pelo de quienes los emplean. ¿Por qué sucede esto? Señala que ese efecto de engrasado suele darse por aplicarlas en el cuero cabelludo y no aclarar bien. "Lo correcto es extender una pequeña cantidad de medios a puntas para no apelmazar el pelo, y aclarar bien con agua tibia", resalta.
QUÉ PRODUCTO ES EL INDICADO
A la hora de elegir este tipo de productos indica que las marcas de champú suelen clasificar sus productos de manera que el cliente identifique bien qué tipo de champú necesita (pelo graso, pelo seco, cueros cabelludos sensibles, pelo teñido, pelo dañado, pelo con caspa...).
"En cabellos grasos buscaremos champús más detergentes que eliminen mejor la grasa; sin embargo, en cabellos secos o dañados buscaremos champús acondicionadores que limpien sin resecar el cuero cabelludo y la fibra capilar. A ser posible optaremos por productos libres en perfumes y conservantes con alto potencial de producir dermatitis alérgicas de contacto, como por ejemplo la metilisotiazolinona (antiguamente conocido como 'kathon')", agrega.
PRODUCTOS Y RUTINAS PARA UN PELO PERFECTO
Con todo ello, la doctora María Rogel, dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de Grupo Pedro Jaén, nos aporta los siguientes consejos para una rutina capilar adecuada:
Lavarse el pelo con frecuencia (3-4 veces por semana o a diario si se prefiere) para retirar grasa, la descamación, y los residuos acumulados.
Usar acondicionador y mascarilla para mantenerlo hidratado, brillante, y sedoso; adaptar la frecuencia y el grado de hidratación a nuestro cabello.
Usar productos adaptados las características de nuestro pelo y cuero cabelludo.
Secar el exceso de agua después del lavado con una toalla, a pequeños toques, sin retorcer o friccionar en exceso el cabello.
Peinar sin dar tirones, con cepillos adecuados y de manera diaria.
Si se usa secador, hacerlo a temperatura media y sin acercar demasiado el dispositivo al cuero cabelludo para no dañarlo o quemarlo.
Limitar el uso de tenacillas, planchas, o rulos, entre otros artilugios, así como otros dispositivos para evitar la agresión térmica; usar esprays protectores térmicos para minimizar el daño del calor.
En verano: proteger el pelo y el cuero cabelludo con sombreros, pañuelos, gorras, o fotoprotectores específicos para el cabello.