MADRID, 24 Abr. (EDIZIONES) -
Tener una piel sana es sinónimo de un cuidado diario, tanto de día como de noche, de una adecuada limpieza cutánea, así como de unos buenos hábitos en nuestro día a día, como una buena alimentación, la realización de ejercicio, o la fotoprotección, entre otros factores.
Según destaca en este sentido la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), para cuidar de la piel y tener un cutis radiante todo el año, ciertos cuidados son esenciales, y para ello propone10 reglas indispensables: a cada tipo de piel, su cuidado; prestar atención a las zonas más sensibles; una limpieza suave; el contorno de los ojos, una zona de riesgo; la exfoliación es indispensable; la hidratación es esencial; escoger, preferiblemente, un maquillaje hipoalergénico; protégerse frente al Sol; tener cuidado con las agresiones externas; y no olvidarse de los labios.
Así, no todos los productos están igualmente indicados para todos los tipos de piel, y hay que tener especial cuidado porque muchos pueden no sernos beneficiosos, e incluso producirnos alergia. Es en este punto donde surgirían los productos hipoalergénicos, cada vez de uso más frecuente en los productos dermoestéticos, indicados precisamente porque pueden producir menos reacciones alérgicas en nuestra piel.
En una entrevista con Infosalus, la doctora Concha Obregón, responsable de secretaría y comunicación de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), recuerda que el término 'hipoalergénico' define "la minimización del riesgo de padecer una reacción alérgica". En este sentido, menciona también que la Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana, o FDA por sus siglas en inglés, lo define como "aquellos productos que producen menos reacciones alérgicas que otros cosméticos".
Según alerta la dermatóloga, su uso no está regulado a día de hoy por ninguna normativa, y su veracidad depende al 100% del fabricante. Obregón señala además que sólo hay una ley europea que marca la obligación de que el fabricante incluya el 'INCI', o nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos, es decir, la obligación de describir sus componentes y las cantidades que llevan de más a menos.
"Ante una piel sensible, la inflamación es lo que ocurre con más frecuencia y generalmente se debe a los perfumes, conservantes y excipientes que éstas portan. Por eso, los hipoalergénicos suelen reducir esta fórmula y prescindir de los perfumes", agrega la miembro de SEME.
También advierte de que hay que tener en cuenta que hay principios activos, con el pH muy ácido, presente en los glicólicos o retinóicos, por ejemplo, que suelen producir reacción en la piel de las personas. "Por eso, los materiales hipoalergénicos, para asegurar que no provocarán una reacción inflamatoria, suelen estar testados con metodología más depurada", indica la especialista en medicina estética.
No obstante, la responsable de la secretaría y comunicación de la Sociedad Española de Medicina Estética considera que todo el mundo puede emplear cosmética hipoalergénica, si bien reconoce que están indicados sobre todo para las pieles con patologías cutáneas y, sobre todo, para las pieles atópicas, ya que éstas presentan una falta de determinadas proteínas, y puede afectar a sus mucosas.
En concreto, indica que la dermocosmética hipoalergénica suele emplear sustancias naturales, como el aloe vera, el aceite de almendras, las vitaminas, la avena y, sobre todo, la ausencia de alcohol y de aluminio. También se usan la caléndula, la camomila y los aceites esenciales.
A su juicio, los más idóneos son los productos emolientes y relipidizantes, con agentes antibacterianos que no agredan la piel. "Hay mucho marketing y no hay seguridad al 100% con ninguno", asegura la dermatóloga.
Finalmente, la doctora Concha Obregón subraya que especialmente la dermocosmética hipoalergénica se emplea sobre todo en la hidratación cutánea, en esas pieles que se irritan por atopia, y también en las de personas de avanzada edad, que han adelgazado mucho, o que han perdido su capa hidrolipídica.
"Por eso, los que tengan características relidipizantes y calmantes a nivel corporal, con urea, ácido láctico, ácido hialurónico, o vitamina E, suelen ser las más indicadas. A nivel facial es importante regular un pH neutro de 7,5, y que sea bajo en minerales", concluye la miembro de la Sociedad Española de Medicina Estética.