MADRID, 25 May. (EDIZIONES) -
Elegir un buen zapato es fundamental para la salud de nuestros pies y otros tantos problemas físicos. No obstante, muchas veces primamos la estética y dejamos de lado la calidad de los mismos y su funcionalidad. En los zapatos, como en otras tantas cosas de la vida, sucede que lo barato, a la larga, sale caro.
"El zapato es un conjunto de partes que se cosen o encolan y, cuantas más piezas, más caro. No son los mismos tintes o las colas los que se usan en la Comunidad Europea que fuera de ella. El zapato contiene muchos elementos o partes y éstas, cuanto mejor sean y mejor confeccionadas estén, mejor es la calidad del zapato. Si se quiere tener un buen zapato hay que gastarse dinero", afirma en una entrevista con Infosalus Rafael Navarro, secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España.
Así, resalta que para escoger el mejor calzado para nuestro pies, el más saludable, los zapatos no deben apretar a los pies, sino quedar sujetos. Según advierte, es importante por ejemplo no decantarse por cualquier zapato si se tiene el pie deformado porque si no pueden aumentar las patologías de ese pie, o aparecer las rozaduras, los dedos pueden engarrarse, hacerse callos o ampollas, por ejemplo. Entonces, ¿de qué manera elegir el zapato correcto afecta a la salud de nuestros pies?
1.- En primer lugar, el experto resalta que siempre se recomienda a una cierta edad y, con el pie deformado, utilizar materiales como la licra, una piel sintética y elástica. "Es el zapato el que debe adaptarse al pie y no al revés", advierte.
2.- Para la población en general aconseja que sean de piel, al ser natural y más transpirable. Aquí alerta sobre los zapatos comprados de importación, generalmente de China, que son muy baratos y hechos a base de polipiel, que es plástico, y no transpira el pie; aparte de estar teñidos con tintes poco seguros y que pueden favorecer la aparición de alergias.
3.- Además, avisa de que el pie de la mujer se tiende a aplanar mucho con los años y tras los embarazos, porque la mujer es mas laxa que el hombre, una deformidad e inestabilidad que aumentan si se lleva tacón estrecho. "Es necesario llevar un tacón más ancho, cuanto más ancho sea el tacón habrá mayor estabilidad y menor riesgo de lesión", aconseja. En concreto, indica que es bueno dos o tres centímetros de tacón de alto porque así se reduce el riesgo de fascitis plantar.
4- También ve conveniente comprar los zapatos por la tarde, cuando el pie está mas hinchado, además de dejar un centímetro de sobra, o que sobre un dedo del pie.
5.- Luego llama la atención sobre la capacidad de anchura del zapato. "Éste debe ser igual de ancho que el ancho de nuestro pie", señala el secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España.
6.- Sobre la suela, Navarro indica que si es de más de tres milímetros mejor, mayor comodidad nos aportará, y advierte de que cuanto más fina, más incómoda será. En cuanto a la largura dice que debe respetar la anchura de nuestro pie, e incluso medir un centímetro más de nuestro dedo más largo.
7.- Lo idóneo también es que sea lo más estable posible, según indica, y para ello si es acordonado mejor que un mocasín. "Cuanto más sujeto vaya nuestro pie mucho mejor, habrá más estabilidad. Si lleva un buen contrafuerte (parte del talón de atrás), mejor estabilidad de atrás, y cuanto más adaptado vaya, más estabilidad nos va a dar", asegura, a la vez que indica que quien tiene pie plano si llevan una bota mejor que un zapato, porque la misma bota hace de tobillera y va a dar más estabilidad al pie.
8.- Muy importante para las personas mayores atender a cómo es la suela, avisa el portavoz del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, y que ésta sea lo más adherente posible, y cuanto mejor es la suela mucho mejor, más caro pero es mejor.
9.- Navarro también ve indispensable a la hora de comprarse unos zapatos probarse ambos ejemplares, ya que se tienen los pies asimétricos.