MADRID, 11 Jun. (EDIZIONES) -
Se dice que los hombres se visten por los pies pero cuando llega el verano, e incluso antes, la subida de las temperaturas hace que ambos sexos recurran a ellos para comenzar a desvestirse diciendo adiós de forma temporal a calcetines y el calzado cerrado.
Esa liberación, no obstante, deja a los pies más expuestos a posibles agresiones externas que puede dar lugar a la aparición de rozaduras, sobrecargas, hongos o grietas en los talones. Uno de los problemas más frecuentes, según avisa el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana, es la aparición del llamado 'pie de atleta', que supone una infección por hongos debida a una sudoración extrema y humedad concentrada en los pies por el calor
Este problema puede deberse al abuso de un calzado que no permite la transpiración, como las deportivas, y a no secarse adecuadamente los pies tras la ducha, y en la mayoría de casos debe ser tratado con antimicóticos.
Por otro lado, los contagios de verrugas plantares son frecuentes en zonas calientes y húmedas como piscinas o saunas, que hace necesario utilizar chanclas en estos espacios para evitarlas.
Además, el hecho de llevar los pies al aire y la elevada temperatura provocan una sequedad extrema que puede agravarse en los talones, apareciendo bordes blanquecinos y acumulación de hiperqueratosis (dureza de la piel) que pueden derivar en dolorosas grietas por la escasa flexibilidad de la piel seca.
Para preparar a los pies ante estas u otras dolencias, los podólogos valencianos nos ofrecen una serie de consejos ante la inminente subida de las temperaturas. ¡Que no te pillen descalzo!
CONSEJOS PARA PREPARAR LOS PIES
1. Revisar el calzado: es fundamental revisar que el calzado de verano se encuentre en perfecto estado y descartar el que ya se encuentre deteriorado o presente plantillas desgastadas porque afectarían a la marcha.
2. Realizar una quiropodia: antes de ponerse calzado de verano es preciso acudir a un podólogo para comprobar la ausencia de patologías (dedos en garra, hongos, verrugas, etc.) y eliminar las durezas de la planta y de los talones de forma adecuada, pensando en la salud de los pies.
3. Cortar las uñas en recto: es necesario utilizar alicates y no tijeras, además, mejor no limarlas demasiado redondas porque, al crecer, se clavarían en los laterales de los dedos.
4. Hidratación diaria: es imprescindible hidratar los pies a diario con una crema emoliente a base de urea para que la piel se mantenga flexible. Es importante evitar la zona interdigital porque podría macerar la zona y propiciaría la aparición de hongos y grietas.
5. Utilizar piedra pómez o lima: esto se realizará una vez por semana tras el baño para prevenir la aparición de durezas y grietas, especialmente en los talones.
6. Escoger un calzado saludable: hay que reservar el uso de chanclas únicamente para espacios húmedos como piscinas o la playa porque, al ser demasiado planas y no sujetar el pie, pueden provocar engarramiento de los dedos y dolor en la planta y el tobillo. Se recomienda utilizar un calzado fabricado en materiales naturales, que sujete adecuadamente el pie y que sea flexible.
7. No abusar del uso de bailarinas y de deportivas: las primeras son demasiado planas y suelen tener puntas estrechas que aprietan los dedos pudiendo provocar la aparición de dolorosos callos. En el caso de las deportivas, hay que limitar su uso y no utilizarlas de forma habitual porque podrían provocar sudoración excesiva y aparición de hongos.