MADRID, 23 Ago. (EDIZIONES) -
Tener la piel morena es uno de los rasgos más característicos de haber pasado unas vacaciones en la playa o de haber disfrutado de un buen verano. El sol aporta grandes beneficios como la vitamina D, pero hay que tener especial cuidado para que la piel no sufra y luzca bronceada de forma saludable.
Para el perfecto cuidado de la piel es necesario elegir un tipo de protección solar adecuado y mantenerse hábitos de hidratación ya que "para prevenir el envejecimiento inducido por la exposición solar, es muy importante mantener la piel hidratada y protegerla de los radicales libres además de los rayos UVB y UVA", ha explicado la experta en dermocosmética de Laboratorios Uriage, Aurora Barranger.
Con el objetivo de mantener un bronceado bonito y sano, Aurora Barranger ha ofrecido a Infosalus una serie de consejos útiles para no poner en riesgo nuestra salud a la hora de tomar el sol:
1.- Utiliza protección solar. Es importante que en la etiqueta del fotoprotector indique "de amplio espectro", lo cual significa que filtra los rayos UVA y UVB. La pastilla UVA garantiza una proporción equilibrada entre el índice UVB y el índice UVA.
2.- Fijarse en el índice del factor de protección solar que indica la eficacia del producto. Elegir un factor más alto acorde con nuestro tono de piel y sus necesidades. Por otra parte, hay que comprobar la caducidad del protector antes de comprarlo ya que su eficacia se reduce si está caducado.
3.- Cuidado con las horas. Evita la exposición solar en las horas más centrales del día. Tampoco abusar del tiempo ya que 20 minutos de sol al día son necesarios para tener un bonito tono de piel.
4.- Aplicar crema 20 minutos antes de la exposición y renovar cada dos o cuatro horas, o bien, después de cada baño. Aunque usemos productos 'waterproof', la absorción disminuye del 50 por ciento después de dos inmersiones en el agua.
5.- Usar gorras, sombreros, gagas, camisetas secas y opacas para evitar los rayos UV, sobre todo en el caso de los niños. De hecho, es preferible evitar la exposición solar antes de los tres años.
6.- Hidratación. Refrescar la piel, mantener el nivel de agua óptimo y evitar la sensación de sequedad y calor.
7.- Melanina. Incorporar alimentos que favorezcan a la producción de melanina porque protegen frente a los radicales libres como las zanahorias, tomates, espinacas, boniatos o sandía.
8.- Por último, hay que secarse bien después de cada baño para evitar el efecto lupa, cuando las gotas del agua favorecen a la producción de quemaduras solares.