La combinación perfecta para consumir más kilocalorías

Ejercicio, gimnasio
UPM
Publicado: lunes, 13 febrero 2017 14:03

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han descubierto que el entrenamiento combinado que alterna ejercicios de fuerza con otros más prolongados para medir la capacidad cardiovascular es el que consume más kilocalorías y, al mismo tiempo, también es el que menos esfuerzo conlleva.

El hallazgo, según aseguran los autores de este trabajo que publica la revista 'PLoS One', ayudará a diseñar programas para personas con sobrepeso u obesidad con diferentes tipos de ejercicios equivalentes en el gasto de energía, y permitirá comparar con precisión el efecto de los mismos sobre la salud.

El equipo del Laboratorio de Fisiología del Esfuerzo de la UPM han estimado el gasto energético real de distintos programas de entrenamiento, que incluyen la contribución aeróbica y la anaeróbica.

Tanto la capacidad de resistir un ejercicio físico más o menos prolongado (capacidad cardiovascular) como la fuerza muscular se relacionan con la salud futura. Por ello, cada vez se recomienda más ambos tipos de ejercicio para mejorar la salud.

En este sentido, los científicos han llevado a cabo un experimento para medir el gasto energético de tres entrenamientos diferentes: una sesión de fuerza con máquinas de pesas; una sesión de fuerza muy similar pero utilizando el llamado peso libre (barras, discos y mancuernas); y una tercera sesión en la que se alternaron ejercicios de fuerza en peso libre, con ejercicio cardiovascular.

El objetivo del trabajo fue determinar qué protocolo gastaba más kilocalorías comparando una sesión de igual duración e intensidad, midiendo las dos formas de energía que utiliza el cuerpo para moverse: tanto la energía aeróbica, que utiliza el oxígeno, como la anaeróbica, que se consigue sin necesidad de este gas.

MIDIERON TODA LA ENERGÍA GASTADA

Las investigaciones hasta este momento solo habían tenido en cuenta la energía aeróbica, y por tanto no medían toda la energía gastada. Además, en el estudio también se registró el esfuerzo que conllevó completar cada uno de los tres entrenamientos, calificado en una escala del 1 al 10.

Los resultados indican que el entrenamiento combinado, en el que se alternaban ejercicios de fuerza con ejercicio cardiovascular, fue el que produjo el mayor gasto energético con, precisamente, un menor grado de esfuerzo, por lo que fue con el que los participantes se cansaron menos.

En concreto, la sesión de aproximadamente una hora supuso un gasto medio de 259 kilocalorías (311 en hombres y 203 en mujeres), frente a las 203 kilocalorías del entrenamiento con peso libre y las 173 del entrenamiento con máquinas.

Por su parte, los participantes puntuaron el esfuerzo realizado en cada sesión con un 7,6 de media para el protocolo combinado, un 9 para el que utilizó el peso libre y un 8,4 para la sesión de fuerza con máquinas.

Dichas conclusiones, como señalan los investigadores, "tienen una prometedora aplicación práctica en personas con sobrepeso y obesidad, para los que la realización de ejercicio físico conlleva un esfuerzo al que normalmente no están acostumbrados, y en los que se persigue producir el mayor gasto de energía posible para maximizar la pérdida de grasa corporal".