MADRID 21 Mar. (EDIZIONES) -
La otoplastia es la cirugía que se realiza para reposicionar las orejas prominentes o 'de soplillo' a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes. Las orejas han crecido casi completamente a los 4 años, edad perfecta para la intervención, si bien también puede realizarse en adultos, no existiendo mayores riesgos en esta edad.
En una entrevista con Infosalus, la doctora Ainhoa Placer, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y vocal de comunicación y redes sociales de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) explica que este problema suele tener lugar por "la falta de plicatura del antihélix", o de una buena forma y pliegues del cartílago que forman el pabellón auricular.
"Suele ir acompañado de una hipertrofia de concha auricular, es decir, que la parte central del pabellón es demasiado grande y contribuye en que las orejas estén más despegadas", añade la especialista, quien también confirma que la cirugía de orejas puede realizarse a partir de la infancia, de los 5 años, y especialmente si al niño le crea un complejo y problemas en el colegio.
Desde SECPRE, señalan que la mayoría de los cirujanos plásticos recomiendan a los padres observar el comportamiento del niño en relación a sus orejas prominentes. En este sentido, inciden en que no se debe insistir en la cirugía hasta que el niño así lo desee. "Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse cooperan más durante la intervención y están más contentos con el resultado", subrayan.
La otoplastia se realiza en el quirófano, dentro de una clínica u hospital. Dependiendo del tipo de anestesia, el procedimiento se realiza en régimen ambulante o se permanecerá en el hospital la noche de la cirugía. Así, dependiendo de la edad del paciente la anestesia que se empleará será una u otra, afirma la doctora Placer. "En niños suele hacerse con anestesia general, ya que toleran mal el estar en un quirófano y quietos durante el rato que dure la cirugía. En los adultos puede realizarse con anestesia local, o en caso de que el paciente sea muy ansioso, puede realizarse con anestesia local y sedación, o incluso con anestesia general", añade.
En concreto, una intervención quirúrgica de estas características suele durar entre 2 y 3 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. "La técnica empleada dependerá del problema concreto. Generalmente, se realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después, se esculpe el cartílago y se dobla hacia atrás. Se pueden emplear puntos internos para mantener la nueva forma", explica la SECPRE.
En ocasiones, añade, puede ser necesario extirpar una parte del cartílago para obtener una oreja más natural. Por último, dice que se extirpa una cuña de piel de la parte posterior de la oreja. "La cicatriz resultante de la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja. La mayoría de las veces, aunque sólo una oreja parezca anormal, se intervienen las dos para conseguir una mejor simetría", precisa
A su vez, la SECPRE indica que muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. "Tenga en cuenta que se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No espere una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural. Si comenta con su cirujano plástico, tanto el procedimiento, como sus expectativas y opciones, los resultados serán muy satisfactorios", advierte.
CONSEJOS PARA EL POSTOPERATORIO
La doctora Ainhoa Placer subraya que tras la intervención se deberá llevar un vendaje que se retira a los pocos días, además de tomar antibióticos y analgésicos durante una semana para evitar complicaciones.
Asimismo, señala que, durante un mes es recomendable que el paciente lleve una banda de pelo o algo semejante para proteger las orejas recién operadas y mantenerlas en su nueva posición más pegada a la cabeza; aunque podrá realizar vida normal después de pocos días de la cirugía.
Desde SECPRE aseguran también que la mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas horas de la cirugía, aunque puede ser recomendable permanecer una noche en la clínica hasta que desaparezcan los efectos de la anestesia general.
"Se coloca un vendaje alrededor de la cabeza nada más finalizar la cirugía. Las orejas pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con medicación. En pocos días se cambia el vendaje por uno más ligero parecido a una cinta de pelo. Es importante seguir las instrucciones de su cirujano plástico respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Debe evitarse durante el primer mes cualquier actividad en la que puedan doblarse las orejas. La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 5 días de la cirugía; los niños vuelven al colegio en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas", sentencia.