MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Médicos del Programa de Salud de Género de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA (Estados Unidos) han desarrollado una técnica para reducir la protuberancia de la nuez sin dejar una cicatriz en el cuello del paciente.
Este avance, cuyos resultados se han publicado en la revista científica 'Facial Plastic Surgery & Aesthetic Medicine', podría ser importante para las mujeres transgénero y las personas no binarias, para quienes una cicatriz en el cuello puede ser un signo revelador de su cirugía, lo que a menudo las expone a la discriminación, el odio y la violencia.
Tras analizar los resultados de 77 personas que se sometieron a la operación en los centros de salud de la UCLA, los autores concluyeron que el procedimiento es una forma eficaz de optimizar la atención a las personas que se someten a una operación de afirmación del género.
En concreto, descubrieron que el procedimiento, que puede ser realizado en 90 minutos por un solo cirujano, es eficaz para eliminar la nuez, que puede llevarse a cabo utilizando únicamente el equipo ya disponible en la mayoría de las salas de cirugía, además de algunas otras herramientas de bajo costo, y que podría ser fácilmente adoptado por los cirujanos plásticos y los cirujanos de garganta.
El procedimiento se denomina afeitado traqueal sin cicatriz, por la ausencia de cicatriz en el cuello del paciente, aunque en realidad crea una pequeña cicatriz oculta en el interior del labio del paciente. Ese es el lugar por el que el cirujano introduce unas pinzas para recortar el cartílago y una herramienta de pulido para afeitar el cartílago sobrante que forma la nuez.
"Siempre habrá una cicatriz con cualquier cirugía, pero este procedimiento crea una cicatriz que sólo vería un dentista. Representa un cambio masivo en la capacidad de proporcionar una atención óptima de afirmación del género a los pacientes", explica Abie Mendelsohn, autor principal del trabajo.
Aunque hay varios procedimientos de afirmación del género que pueden abordarse mediante terapia de sustitución hormonal, la nuez es una de las pocas características anatómicas que sólo pueden tratarse con cirugía.
El procedimiento tradicional de afeitado traqueal, que se desarrolló a mediados de los años 70, consiste en hacer una incisión en el cuello y luego utilizar puntos de sutura para cerrarla. Pero para algunas personas transgénero, la cicatriz creada por ese procedimiento podría ser tan angustiosa como la presencia de la propia nuez.
Ha habido una investigación limitada sobre otras técnicas que pretenden reducir la nuez con una cicatriz mínima. Pero esos estudios anteriores involucraron a un número muy pequeño de pacientes o se realizaron utilizando solo cadáveres, y no han demostrado que otras técnicas sean seguras o efectivas.
Los autores del nuevo estudio recomiendan que los cirujanos plásticos faciales y los cirujanos especializados en laringología, o cirugía de la garganta, adopten la nueva técnica, y sugieren que los becarios de cirugía realicen unas 20 intervenciones supervisadas antes de intentar operar por su cuenta.
"Se trata de una mejora significativa del estándar de atención de género que esperamos que otros cirujanos incorporen a sus propias prácticas", remacha la doctora Justine Lee, coautora del estudio.