MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La cirugía de aumento mamario es la operación estética más demandada en España y, de hecho, representa el 25 por ciento de todas estas intervenciones, según han destacado los asistentes al curso de excelencia quirúrgica organizado por Mentor en Roma (Italia).
Principalmente se practica a mujeres de entre 18 y 40 años y el auge de esta operación ha hecho que su evolución sea mayor en los últimos años, definiendo con mayor precisión sus posibilidades para cada paciente.
El tratamiento en estos casos, según ha explicado José Luis Martín del Yerro, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Quirón Montepríncipe de Madrid, comienza con la primera consulta ya que en la fase preoperatoria se realiza un análisis del paciente en el que se tienen en cuenta sus motivaciones, deseos y expectativas.
"En toda cirugía de cambio de imagen corporal siempre subyace cierto conflicto emocional o trastorno de falta de autoestima, de disconformidad con su cuerpo", ha destacado este experto.
Además, la evaluación anatómica es otro de los aspectos a tener en cuenta de forma previa, para "conocer las proporciones del paciente para seleccionar el implante correcto y lograr así un resultado óptimo". De hecho, la mayoría de las malposiciones de los implantes se deben a una imprecisión en su colocación o una selección inapropiada.
TENDENCIA HACIA LO NATURAL
Aunque en los primeros años de auge de la cirugía mamaria primaba el aumento de la mama y, según este experto, se "abusaba de implantes desmesurados" que, posteriormente, han desembocado en nuevas cirugías de revisión o reducción. De ahí que la tendencia actual busque el aspecto natural de la mama, dando mayor importancia a la forma anatómica hasta conseguir unos senos bonitos y proporcionados.
Un ejemplo de ello es la, cada vez más demandada, mastopexia o cirugía de elevación de senos, practicada, sobre todo, a mujeres a partir de los 40 años, como resultado del envejecimiento de la mama, además de las consecuencias derivadas de embarazos y lactancias.
"En la lactancia y el embarazo, la piel de la mama se da de sí y en consecuencia, cuando la mama regresa a la normalidad, el volumen de piel es excesivo y la mama se cae, dando un aspecto envejecido y poco atractivo", ha recalcado Martín del Yerro.
POSIBLES MALFORMACIONES, TAMBIÉN MOTIVO DE CIRUGÍA
Otro de los motivos que lleva a las mujeres a la cirugía son posibles anomalías que puede presentar la mama. Entre ellas, la más frecuente son las mamas tuberosas, que en la raza caucásica afectan en torno al 3-5% de las mujeres, según ha afirmado el experto.
Esta malformación de las mamas consiste en un crecimiento de las mismas en forma tubular, con un desarrollo insuficiente de la parte inferior de la mama, provocando en muchos casos caída o diámetro excesivo de la areola.
"Sin embargo, a pesar de su aspecto estético diferente, desde el punto de vista funcional, las mamas pueden lactar con normalidad", ha comentado el especialista.
Este efecto se produce durante el desarrollo de la mama en la adolescencia debido a un aumento de la densidad del tejido mamario y subcutáneo, formándose una banda de constricción, que impide el normal desarrollo de la mama y la obliga a crecer hacia adelante.
"Las mujeres que tienen este tipo de mamas, especialmente en el momento de su desarrollo, pueden padecer una serie de trastornos de imagen corporal, con retraimiento y dificultad para enseñarlas, lo que hace que muchas de ellas decidan mejorar su forma y recurrir a la cirugía para ello", ha afirmado Martín del Yerro, que admite que estas mamas requieren, por lo general, una cirugía de aumento y de remodelación de la forma.