Archivo - Young caucasian woman squeezing her leg with her hands to check for cellulite - Body acceptance concept - Body positive and cellulite on the thighs - DAVIDE ZANIN/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 10 Dic. (EDIZIONES) -
En el caso de la mujer, y antes de la menopausia, la distribución de la grasa femoroglútea puede ser beneficiosa, lo que se conocen como 'cartucheras'. Pero con el cambio hormonal, los depósitos de grasa en la mujer cambian y esa grasa puede desplazarse al abdomen, aumentando el riesgo metabólico. En este artículo dos especialistas de referencia explican cómo identificar este cambio y qué estilo de vida ayuda a frenarlo.
En primer lugar, en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus, Gema Frühbeck que es la directora del Laboratorio de Investigación Metabólica, y codirectora del Área de Obesidad de la Clínica Universidad de Navarra de Pamplona, le preguntamos si una persona con un IMC normal puede tener un exceso de grasa interna que pueda llegar a ser peligrosa, señalando que en ocasiones este marcador sí puede inducir al error y darse tal situación.
"Sí se puede dar la circunstancia de que tengamos un IMC normal, pero que luego cuando haces el estudio de la composición corporal, la persona tiene más grasa de la establecida para su sexo y condiciones. Y no sólo es cuánta grasa tengas, si no también dónde se localiza. Habitualmente la grasa se localiza a nivel subcutáneo, debajo de la piel, y a nivel visceral o intraabdominal", relata la también jefa de grupo del CIBEROBN o Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición.
En este sentido, y en otra entrevista con Europa Press Infosalus, el doctor Francisco José Tinahones Madueno, coordinador del programa de obesidad del CIBEROBN, y nuevo presidente de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN), parte de la idea de que la obesidad es un exceso de acumulo de grasa, si bien advierte como la doctora Frühbeck de que el peso a veces nos engaña.
Por ejemplo, cita este doctor el caso de un culturista, que tiene un exceso de peso, aunque éste es a base de la masa muscular: "Lo definiríamos como 'obeso' si sólo nos fijáramos en el peso. De la misma forma, ocurre en algunos sujetos con peso normal, en quienes ese peso es sobre todo a expensas de un aumento de grasa. Por tanto, ese sujeto no está sano, y si ese exceso de grasa ocurre en el abdomen principalmente es todavía más deletéreo para la salud".
CUIDADO CON LA LIPOTOXICIDAD
Avisa, eso sí, la investigadora clínica de la Clínica Universidad de Navarra que el tejido adiposo situado en la zona de los glúteos, las conocidas como 'cartucheras', con un mayor predominio en las mujeres, no conlleva un riesgo cardiometabólico, "e incluso se ha visto que puede tener un efecto protector".
Ahora bien, ambos especialistas coinciden en que la grasa acumulada a nivel abdominal sí presenta un riesgo metabólico, y por ejemplo, estas personas tienen un mayor riesgo de padecer un infarto, hipertensión arterial, un accidente cerebrovascular, o diabetes tipo 2, entre otras patologías cardiovasculares.
"Cuando estos depósitos de grasa intraabdominal están superados se deposita la grasa en otros órganos donde no debería estar; lo que se conocen como 'depósitos ectópicos', y estos suelen ser el hígado, el páncreas, el músculo, o el corazón, por ejemplo, zonas en las que realmente no debería haber grasa. En consecuencia, puede darse un hígado graso, por ejemplo, y lo que se llama como 'lipotoxicidad', de manera que la grasa en esos órganos generan una toxicidad para el cuerpo que favorece el desarrollo de todas esas complicaciones asociadas a la obesidad", remarca la doctora Frühbeck.
EL EFECTO DE LA MENOPAUSIA
Pero para entender hasta qué punto dónde se encuentre grasa es determinante para nuestro estado de salud, el nuevo presidente de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN) aclara primero que la distribución cambia entre los hombres y las mujeres: "Las mujeres antes de la menopausia acumulan la grasa repartida por todo el cuerpo con predominio de glúteos y de piernas; mientras que los hombres tienen tendencia a acumularla en el abdomen. A partir de la menopausia tanto hombres como mujeres tienen tendencia a acumularla en abdomen. Esta regla no se cumple al 100%, ya que encontramos mujeres premenopáusicas con distribución de grasa central, y en hombre femoroglútea. La acumulación de la grasa central o abdominal es metabólicamente más peligrosa. Tanto hombres como mujeres pueden con el estilo de vida evitar el acúmulo de grasa central, siendo el ejercicio uno de los factores clave".
En concreto, en el caso de la mujer, la doctora Frühbeck indica que, en la menopausia, al producirse ese cambio en la distribución de la grasa corporal, de los depósitos de grasa, la grasa a nivel subcutáneo que, de inicio, podía tener cierto papel protector, puede pasar a nivel visceral, y por eso en esta etapa aumenta el riesgo cardio-metabólico de la mujer.
"Cuando el tejido adiposo aumenta de tamaño, vamos guardando todo el exceso de energía. Este tejido necesita estar muy bien irrigado pero, si el crecimiento es muy rápido y notable, llega un momento en el que los vasos sanguíneos que deben llevar el oxígeno a estas células no dan abasto, aparece hipoxia o falta de oxígeno, y se produce, al final, una inflamación en el tejido adiposo que, si avanza, puede dar lugar a una fibrosis o a una mayor rigidez del mismo, pero también a una inflamación de grado bajo a nivel general", avisa la experta de Clínica Universidad de Navarra y del CIBEROBN.
PERSONAS CON OBESIDAD "METABÓLICAMENTE SANAS"
Luego, tal y como recuerda el doctor Tinahones, del CIBEROBN y nuevo presidente de la SEEN, también está el caso de aquellas personas que, a pesar de tener obesidad, tardan más tiempo en desarrollar diabetes, hipertensión, y alteraciones de los lípidos.
"No hay ninguna obesidad sana. Estos sujetos que tienen obesidad y no tienen un problema metabólico también acortan su esperanza de vida con respecto a los 'normopeso'. Además, la obesidad provoca más de 200 alteraciones y, aunque no tengan problemas metabólicos, sí tienen problemas articulares, más riesgo de cáncer, y un largo etcétera", manifiesta este doctor.
Con ello, le pedimos cómo podemos 'activar' la grasa para quemar más energía, qué debemos hacer en estos casos, subrayando que, "desgraciadamente", todavía no hay herramientas terapéuticas para utilizar en pacientes, aunque hay mucha investigación en esta área. "Lo que sí tenemos es magníficas herramientas terapéuticas para disminuir el apetito y conseguir pérdidas de peso superiores al 20%", concluye el doctor Francisco José Tinahones Madueno, coordinador del programa de obesidad del CIBEROBN.