MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los avances en los tratamientos suponen cada vez más opciones para prevenir la caída del cabello en otoño, la época del año en la que más se cae el pelo. Debido a un proceso natural de renovación. Lo habitual es que pasados entre dos y cuatro meses el cabello se regenere, pero obstante, ante los problemas de alopecia de muchas personas, existen multitud de remedios para minimizar la caída.
Los problemas de alopecia pueden tener un fuerte impacto psicológico en algunas personas, sobre todo en mujeres. "Hay pacientes a los que la caída del cabello estacional les afecta mucho y prefieren prevenirla acudiendo al especialista antes que el defluvio telógeno, que así se llama la caída del cabello otoñal, empiece su ciclo sobre el mes de septiembre", explica el directo del Instituto de Dermatología Integral, el doctor Miguel Sánchez Viera.
La mesoterapia capilar, los champús y mascarillas anticaída o el fármaco minoxidil son algunas de las opciones de más tradición para prevenir la caída capilar, así como cuidar la alimentación e intentar reducir el estrés. Pero como explica el doctor Sánchez, "si utilizando una o varias medidas preventivas no se consigue atajar la caída del cabello en otoño, debes acudir a un especialista en dermatología capilar", quién resalta que "cada vez hay más técnicas y tratamientos que nos permiten ser más optimistas a la hora de realizar un diagnóstico precoz y tratar los problemas de alopecia de forma efectiva".
Algunos de los nuevos tratamientos que se están extendiendo son los fármacos como Dutasteride, un antiandrógeno similar al finasteride pero más potente; el plasma rico en factores de crecimiento plaquetarios, para ayudar mediante la sangre del propio paciente, aunque esto se suele utilizar en pacientes que no responden a otros tratamientos frecuentes; y el microinjerto capilar, que ataja la alopecia desde sus inicios y tiene la garantía de que el cabello injertado no volverá a caer, pues no padece la enfermedad.
Es importante también cuidar mucho la alimentación con vitaminas del grupo A y B y sales minerales, como en frutas, verduras de hoja verde o brócoli, así como carnes rojas, pescados, espinacas y verduras para el hierro. El estrés es otro factor muy importante a evitar, y si no se puede controlar, lo mejor es contactar con un profesional en la materia que pueda solucionarlo.