MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Los hombres de 30 años son los que más se someten a trasplantes de barba y bigote, debido, en cierta medida, a la reciente moda 'Hipster' y a que el tratamiento cuenta con unos resultados "muy buenos", tal y como ha informado a Europa Press el director del Institut Vila-Rovira, Ramón Vila-Rovira.
A diferencia de lo que ocurre en los trasplantes de pelo en el cuero cabelludo, en los que es importante que la alopecia se haya estabilizado, en el caso de los trasplantes de barba o bigote los requisitos para poder someterse a este tratamiento serán gozar de buena salud, disponer de una zona donante y que el factor causante de esta "alopecia" no sea ninguna enfermedad que necesite otra terapia más adecuada.
"Los trasplantes de bigote y barba cada vez están más solicitados y, más allá de las modas, este aumento de la demanda se debe a que hasta ahora no se era consciente de que los resultados en estas partes del rostro son muy buenos. Por ello, muchos los hombres a los que les sale la barba poco poblada y quieren tenerla más tupida se animan ya a someterse a estas técnicas microquirúrgicas", ha aseverado el doctor.
TRATAMIENTO PERSONALIZADO
Los injertos en la barba se hacen de uno o dos pelos como máximo por unidad folicular, imitando así a la barba natural. Las incisiones en esta zona del rostro, de un centímetro de longitud, se hacen tangencialmente con un ángulo y dirección concreto y con cuchilletas de entre 0,7 y 0,8 milímetros para minimizar las cicatrices.
"El tratamiento es muy laborioso porque hay que hacer un diseño, el cual se pacta con el paciente, por lo que la terapia es personalizada. Normalmente se necesitan dos sesiones para tener un resultado plenamente óptimo", ha apostillado el experto.
Para una barba, según ha explicado Vila-Rovira, se necesitan entre 300 y 700 injertos por lado, dependiendo de la extensión de la zona a cubrir y de la densidad deseada. En el caso del bigote, se precisarán entre 300 y 500 injertos.
Finalmente, el experto ha explicado que los resultados se hacen visibles a los dos o tres meses. "Sale con el pelo muy pequeño para que el paciente se de cuenta de cómo quedará, eso cae y a los tres meses es cuando crece", ha zanjado.