MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante el primer semestre del año ha aumentado un 15 por ciento la demanda de tratamientos de rejuvenecimiento vaginal, según datos de BeNuren, la red especializada en tratamientos de salud íntima en mujeres.
Desde BeNuren explican que el rejuvenecimiento vaginal es un conjunto de tratamientos que permite mejorar la salud y estado de la zona íntima de la mujer y así hacerla sentir más segura de sí misma y tener una vida sexual más placentera, además de evitar patologías más graves como el prolapso.
Tal y como informan desde la red de salud íntima, el 90 por ciento de las mujeres que acuden a tratamientos relacionados con el rejuvenecimiento vaginal lo hacen por las molestias que sufren al mantener relaciones sexuales.
Los expertos advierten de que los principales signos son las molestias o incluso el dolor a la hora de mantener relaciones sexuales, falta de lubricación o sequedad vaginal, disminución del deseo de practicar sexo, pérdidas de orina, dolor al orinar o poscoital.
Según datos de BeNuren, el 90 por ciento de las mujeres mayores de 40 años que han tenido al menos un hijo sufren problemas y trastornos que podrían tratarse con técnicas de rejuvenecimiento vaginal.
Sin embargo, recalcan que el rejuvenecimiento vaginal no se trata tan solo de un tratamiento orientado a la estética sino orientado a rejuvenecer y paliar los problemas derivados de la zona vaginal, que ocasiona problemas de salud tanto físicos como en la autoestima de la mujer y en su vida diaria.
"Hoy en día, las mujeres tienen más acceso a centros y ginecólogos especializados en estos casos. Además las técnicas actuales de medicina estética genital son accesibles para todo tipo de mujeres ya que su precio no es tan elevado como la cirugía, por lo que cada vez son más demandadas. La mayoría de las patologías relacionadas con la zona genital femenina pueden mejorar con técnicas sencillas", han explicado desde BeNuren.
Entre las causas más frecuentes, aseguran los expertos, se encuentran los embarazos y los partos, los cambios hormonales, la menopausia, la edad de la mujer, malos hábitos nutricionales o algunos cambios bruscos de peso.