MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La apariencia de las cejas humanas no es solo una cuestión de arreglo personal, sino que está en los genes, es decir, el grosor de las cejas, como cualquier otro rasgo de apariencia, es altamente hereditario, según revela un nuevo estudio de asociación del genoma completo sobre el grosor de las cejas en europeos, realizado en casi 10.000 personas.
Al identificar nuevos genes y redescubrir algunos de los genes previamente identificados en no europeos, el estudio amplía el conocimiento genético sobre la variación de las cejas humanas, que es de gran interés y tiene implicaciones para la dermatología y otros campos.
El primer estudio de mapeo de genes sobre el grosor de las cejas en europeos ha descubierto tres loci genéticos no informados anteriormente, como se informó en una carta al editor en el 'Journal of Investigative Dermatology', publicado por 'Elsevier'. El estudio, realizado por el Consorcio Internacional de Genética de Rasgos Visibles (VisiGen), demuestra que la apariencia de las cejas tiene genes subyacentes en parte iguales y en parte diferentes en personas de diferentes partes del mundo.
Se han realizado estudios previos entre individuos latinoamericanos y chinos, estableciendo cuatro loci genéticos asociados con el grosor de las cejas. Debido a que no se había informado ninguna asociación del genoma completo del grosor de las cejas europeo, los investigadores no sabían si los efectos genéticos del grosor de las cejas descritos en los no europeos persisten en los europeos, o si hay loci genéticos específicos de europeos involucrados en el grosor de las cejas, o ambos.
El investigador principal, Manfred Kayser, del departamento de Identificación Genética, Centro Médico de la Universidad Erasmus MC de Róterdam, y copresidente del Consorcio VisiGen asegura que, "a pesar de los inmensos esfuerzos en el mapeo de genes que subyacen a los rasgos complejos humanos, todavía se sabe mucho más sobre los genes que enferman que sobre los que están detrás de la apariencia saludable".
"El conocimiento genético previo sobre el grosor de las cejas era limitado y se restringía únicamente a no europeos. Descubrimos nuevos genes involucrados en la variación de las cejas en los europeos y redescubrimos algunos de los genes identificados previamente en los no europeos", afirma.
El estudio, realizado entre 9.948 personas de cuatro grupos de ascendencia europea, no solo descubrió tres loci genéticos no informados anteriormente asociados con el grosor de las cejas, sino que también redescubrió dos de los cuatro loci genéticos encontrados previamente en no europeos. Otros dos loci genéticos informados previamente en no europeos tuvieron efectos mínimos en los europeos, debido a las frecuencias alélicas muy bajas en los europeos.
"Nuestro estudio mejora significativamente el conocimiento genético de la apariencia de las cejas humanas al aumentar el número de genes conocidos de cuatro a siete y ofrece nuevos objetivos para futuros estudios funcionales", concluye el doctor Kaiser.