MADRID, 14 Feb. (EDIZIONES) -
Con el paso del tiempo a muchas personas se les amarillean los dientes, lo que se aleja al ideal estético. Gran culpa de ello la tienen nuestros hábitos y la ingesta de determinadas sustancias, como el alcohol, algunos refrescos, el café, el té, o el vino tinto.
El alcohol es uno de los factores de riesgo para el cáncer oral y otras patologías de la boca. El café tampoco ha demostrado ser un agente saludable en ese terreno. Por lo tanto, y al igual que otras organizaciones médicas y odontológicas internacionales, sólo podemos recordar que se debe hacer un consumo moderado de estos productos. Además, tanto el café como el vino, o algunos refrescos que pueden acompañar a bebidas alcohólicas, no son sólo perjudiciales para la salud de la boca, sino también para su estética, y tienden a amarillear la dentadura, advierten en este sentido desde la Fundación Dental Española.
A este respecto, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos recuerda también que los genes pueden influir sobre el color de los dientes, así como otros factores, que abarcan desde enfermedades que están presentes al momento de nacer, hasta factores ambientales, o infecciones.
En concreto, cita que las enfermedades hereditarias pueden afectar el espesor del esmalte o su contenido de calcio o proteína, lo cual puede causar cambios del color. Las enfermedades metabólicas pueden causar cambios tanto en el color como en la forma de los dientes. A su vez, los fármacos y medicamentos tomados por la madre durante el embarazo, o por el niño durante el tiempo del desarrollo de los dientes, pueden causar cambios en el color y en la dureza del esmalte, precisa.
En una entrevista con Infosalus, el doctor Carlos Oteo Morilla, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (SEPES) señala que el amarilleamiento de los dientes es un proceso normal y bastante frecuente entre la población.
La dentina (capa que cubre la parte interna del diente) es la que da el color amarillo a los dientes. Cada persona tiene los dientes de un color y estos se pueden amarillear con el paso del tiempo. Hay personas que bruxan y con ello se crea una dentina que es más saturada (amarilla) aún, pero hay personas que son adictas al té, al vino tinto, o al tabaco y a los que también se les pigmentan los dientes. Las causas de amarilleamiento puede variar desde los hábitos de cada uno, hasta las parafunciones que una persona tenga en la boca, como el bruxar, indica.
En concreto, este experto en blanqueamiento y demás tratamientos relacionados con la estética dental menciona que hay que diferenciar dos tipos de causas del amarilleamiento de la dentadura:
- El proceso natural: Aquel que tiene lugar por el desgaste del esmalte, que hace que se vea más la dentina, que es la que da el color amarillo a los dientes. Al ser el esmalte más delgado se ve más la dentina, y por tanto, cuanto más pulido está el diente, más amarillo se verá. Éste sería el caso, por ejemplo, de las personas que bruxan los dientes, aunque le pasa a todo el mundo, no sólo al que bruxa, es un proceso natural de todo ser humano, que se desgasten los dientes; pero en mayor o menor medida, los bruxistas pues más.
- Por la ingesta de sustancias: Los productos que tiñen los dientes tienen unas partículas, los cromóforos, responsables de alterar el color de los dientes debido a su peculiar forma de reflejar la luz.
Por eso el doctor Oteo Morilla subraya que no todos los casos de amarilleamiento dental son susceptibles de un tratamiento de blanqueamiento dental. Hay personas cuyos dientes son amarillos y no se puede hacer nada para blanquearlos, precisa. Así, indica que el blanqueamiento dental es una limpieza interna del diente, liberándolo de las partículas anteriormente mencionadas, y dejando su color natural de nuevo visible.
Desde la Academia norteamericana de Odontología Cosmética (AACD, por sus siglas en inglés) resaltan así que no todo el mundo es candidato a la hora de realizarse un blanqueamiento dental, todo depende de las condiciones de la dentadura de cada uno, y por ello insisten en que el especialista será el más indicado para decidirlo.
El miembro de SEPES avisa a su vez del uso de productos que dicen ser blanqueadores dentales y recuerda que desde 2011, por ley en España, no se pueden vender pastas dentales blanqueadoras. Por ello, advierte de que todas aquellas que se venden en supermercados no lo son, salvo en farmacias, en concentraciones tan bajas que no tienen prácticamente utilidad como tratamiento. Las pastas que dicen blanquear los dientes llevan abrasivos que desgastan el esmalte, y esto es lo que hace que parezcan más blancos, puntualiza.
Todo el mundo sabe que fumar y las sustancias antes mencionadas tiñen, pero la gente no sabe que el blanqueamiento dental no se compra en las farmacias. Tiene que estar diagnosticado y recetado por un odontólogo. El blanqueamiento dental que realiza un experto limpia esos cromóforos que hay dentro del diente, debido a nuestros hábitos, pero si se trata de unos dientes amarillos estructuralmente no habrá posibilidad de blanquearlos, sentencia el experto en blanqueamiento dental.