MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -
El 25 por ciento de los pacientes en tratamiento de radioterapia padecen lesiones graves en la piel, aunque a la mayoría de los enfermos estas terapias les producen trastornos mínimos y transitorios en la piel.
"El tratamiento radioterápico puede provocar la oxidación y el envejecimiento de las células de la piel, así como una gran cantidad de daños celulares y la aparición de radiodermaitis en los pacientes oncológicos", explica la jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja de Madrid, Cristina Villegas.
Las reacciones sobre la piel se engloban bajo el término de radiodermatitis y pueden ir desde un leve enrojecimiento y sequedad hasta lesiones como eritemas, edemas, hiperpigmentación, ampollas y, en casos extremos, necrosis profunda, escaras y úlceras de lenta cicatrización que dejan importantes secuelas. Según la gravedad, la radiodermatitis puede considerarse aguda o crónica, lo que variará en función del grado de afectación de los tejidos.
"En aquellos casos en los que la lesión es muy severa, podemos encontrarnos con una situación clínica que haga muy complicada la reconstrucción posterior. Por eso es muy importante que hayamos incorporado el uso tópico de la melatonina en este tipo de pacientes. De este modo, conseguimos evitar sus efectos más molestos", ha destacado la dermatóloga.
TERAPIA CON MELATONINA
Dicho esto, la experta ha informado de que el uso tópico de la melatonina en los tratamientos dermatológicos y oncológicos ha demostrado ser eficaz en las lesiones producidas por los tratamientos de radioterapia.
"Esta hormona está directamente relacionada con la regulación de los ritmos biológicos y posee un importante poder antioxidante, lo que influye en la regeneración celular, protegiendo así las células, tejidos y órganos", ha aseverado Villegas. La crema con melatonina, especialmente formulada para el nuevo protocolo del Hospital Sanitas La Moraleja se aplica dos horas antes de la radioterapia y 30 minutos después del tratamiento.
Los resultados son "francamente satisfactorios" ya que todos los pacientes tenían la piel en perfecto estado y sin síntomas de lesión dermatológica en las zonas tratadas durante la radioterapia. "Un mes después de finalizar el tratamiento con radioterapia todos los pacientes tenían la piel normal, elástica y asintomática, sin muestra de lesiones", ha zanjado la doctora.