MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Reumatología (SER) recomienda de forma general vacunar frente al SARS-CoV-2 a todos los pacientes con enfermedades reumatológicas, incluso los que reciban terapias inmunosupresoras, ya que "no hay datos que demuestren que ninguna de las vacunas disponibles en la actualidad sea más o menos eficaz que otras en pacientes inmunodeprimidos" y, aunque la protección pueda ser menor, "siempre va a ser mejor que la ausencia de protección que supone el no vacunarse".
Por otro lado, destacan que los pacientes con enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas deberían tener prioridad para la vacunación antes que la población general sana de igual edad y sexo. Asimismo, las vacunas deben administrarse preferiblemente cuando la enfermedad se encuentre estable, aunque considerando que esto no siempre es posible, recomiendan vacunar en cualquier situación, salvo en pacientes con un brote grave de su enfermedad, en los que se debería retrasar la vacunación hasta el control del mismo
Por otro lado, manifiestan que todas las vacunas disponibles tienen niveles adecuados de eficacia y seguridad. La posibilidad de administrar preferentemente vacunas de una posible mayor eficacia en algunos perfiles de pacientes se valorará frente al riesgo que supondría un mayor retraso en la vacunación.
No obstante, recuerdan que las circunstancias individuales concretas de cada paciente deben ser valoradas por su reumatólogo y la decisión debe tomarse de forma conjunta por el paciente y su médico; y, recomiendan que, siempre que sea posible, se administre la vacunación antes de iniciar un tratamiento inmunosupresor para evitar una posible interferencia con la eficacia de la vacuna.
"En caso de estar recibiendo una terapia inmunosupresora se podrá contemplar el retraso temporal de una o varias dosis, si la situación clínica del paciente lo permite, con el fin también de optimizar la eficacia de la vacunación", añaden en un comunicado.
Respecto a las dudas de la administración de la vacuna de AstraZeneca a pacientes con inmunosupresión grave, desde la SER recuerdan que la gran mayoría de los pacientes con enfermedades reumatológicas que reciben tratamiento inmunosupresor no deben considerarse como con inmunosupresión grave.
En casos excepcionales, como los que reciban dosis altas de glucocorticoides (ejemplo, mayores de 20 mg/d de prednisona o equivalente) o tratamientos con inmunosupresores potentes como rituximab o dosis altas de ciclofosfamida, por citar algunos ejemplos; recuerdan que "la razón para recomendar el uso de otras vacunas en estos pacientes es la de una dudosa menor eficacia, no un riesgo mayor de efectos adversos. En este contexto, una vacunación de posible menor eficacia es preferible a la no vacunación".
"Sería deseable que la recomendación de no usar esta vacuna se acompañase del compromiso de recibir una de las otras vacunas en un periodo de tiempo breve. En el caso de que esto no pueda garantizarse, la opción de recibir la vacuna de Astra-Zeneca resulta adecuada, siempre dentro del ámbito de decisión compartida con el paciente, que se concretará mediante la firma del correspondiente documento de Consentimiento Informado", añaden.