MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el encuentro anual 'AIR España', celebrado con la colaboración de Roche, han asegurado que la disponibilidad de los nuevos tratamientos hace necesario que se diagnostique "cuanto antes" la fibrosis pulmonar idiopática (FPI).
Se trata de una enfermedad rara cuya tasa de supervivencia, a los cinco años, oscila entre el 20 y el 40 por ciento. Pese a estar entre las patologías pulmonares intersticiales difusas más frecuentes, tiene unos síntomas inespecíficos y, en muchas ocasiones, difíciles de diferenciar de los de otras enfermedades pulmonares crónicas, por lo que sigue siendo un problema infradiagnosticado o de diagnóstico tardío.
"Aunque esta enfermedad respiratoria resulte difícil de detectar por sus síntomas tan inespecíficos, debemos estar alerta ante posibles casos en mayores de 50 años, que presentan tos persistente o dificultad para respirar al hacer ejercicio. Estas personas deben consultar con su médico, ya que la auscultación pulmonar y otros signos físicos nos pueden poner en la pista para realizar un diagnóstico temprano", ha comentado el doctor del servicio de Neumología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, José Antonio Rodríguez Portal.
Por su parte, el jefe de servicio de Neumología del Hospital de La Princesa-Madrid, Julio Ancochea, ha insistido en la importancia de alcanzar un diagnóstico precoz, ya que ello conlleva la posibilidad de instaurar un tratamiento antifibrótico en fases iniciales de la enfermedad.
En este sentido, el experto ha asegurado que juega un papel "clave" el contar con un equipo multidisciplinar formado por neumólogos, radiólogos y patólogos, con la experiencia suficiente para establecer un diagnóstico preciso y diferenciar la FPI de otras enfermedades intersticiales del pulmón.
EL PAPEL DE LA FAMILIA
Asimismo, los expertos han subrayado el papel de la familia. "Deben ayudar, apoyar y, en aquellos casos en los que la enfermedad está muy avanzada, en los que solo podemos ofrecer un tratamiento paliativo, son una pieza clave como principales cuidadores, con toda la carga que eso supone", ha argumentado el doctor Rodríguez Portal.
Finalmente, han señalado que mejorar el manejo de esta enfermedad pasa también porque exista una comunicación, tanto entre los propios pacientes como entre estos y el personal de enfermería. "En algunos centros se cuenta con enfermeros que están en continuo contacto, de forma telefónica y presencial, para asesorar a los pacientes respecto a cualquier duda sobre síntomas, evolución de la enfermedad y valoración de los efectos secundarios del tratamiento. Esto también facilita el intercambio de experiencias entre ellos, lo que se traduce en una optimización del conocimiento y seguimiento de la enfermedad", ha zanjado Ancochea.