MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha hecho público su séptimo informe, en este caso sobre vacunas eficaces, accesibles y a precios razonables, en el que se propone avanzar el debate sobre las prioridades en la aplicación de vacunas en el probable caso de que sea un recurso inicialmente escaso, así como asegurar que las vacunas sean coste-efectivas y fomentar una producción autónoma, "segura y soberana" de vacunas y medicamentos.
A juicio del organismo, según se desarrolla la epidemia, y aumenta la experiencia, el conocimiento y las 2investigaciones, se requiere "clarificar la confusión y el ruido, y promover una acción de las autoridades sanitarias y científicas para evaluar de forma transparente los numerosos estudios en curso.
Por ello, en el informe se destaca la necesidad de avanzar un debate sobre las prioridades en la aplicación de vacunas en el probable caso de que sea un recurso inicialmente escaso: la vulnerabilidad y el mayor beneficio en salud a medio plazo son dos criterios que pueden orientar a identificar los que primero deben ser inmunizados.
Asimismo, se insta a gestionar anticipadamente las condiciones de propiedad y patentes que determinarán el precio a pagar. "Aunque no es previsible que se escatimen fondos para comprar vacunas, es muy importante asegurar que sean coste-efectivas", destacan los expertos en el texto.
Del mismo modo, subrayan la importancia de abordar el reto de fomentar una producción autónoma, segura y soberana de vacunas y medicamentos, estimulando cadenas completas y acopladas de investigación, desarrollo, innovación, producción y utilización, lo que supone una auténtica inversión en tejido científico y económico de alto valor añadido.
"La pandemia por SARS-CoV-2 ha tenido consecuencias de toda índole, personales, sociales, económicas. Por eso, cada vez más países y más gobiernos se interesan por ayudas para afrontar tanto la crisis sanitaria como la económica. En este sentido la terapéutica debe ser considerada como un instrumento fundamental para la prevención de segundas y terceras oleadas de esta pandemia, que todo indica que se producirán", enfatizan los expertos.
NECESIDAD DE ANALIZAR Y CONTRASTAR LA INFORMACIÓN
A 19 de mayo había más de 20 ensayos clínicos activos sobre vacunas y más de 200 sobre diversos agentes terapéuticos (en distintas fases de desarrollo clínico) involucrados en el tratamiento y prevención del nuevo coronavirus para evitar la enfermedad Covid-19.
Algunos de los tratamientos disponibles son moléculas de nuevo desarrollo, si bien, los médicos recuerdan que la mayoría son usos nuevos de medicamentos ya autorizados en otras indicaciones. "Todo ello genera constantemente una gran cantidad de información que debe ser analizada, contrastada y verificada, por lo que se hace más necesaria que nunca una agencia que recoja toda esta información, y que asegure que esté disponible y que sea de fácil acceso para los profesionales sanitarios", apuntan los expertos.
Por otra parte, el texto pone también de manifiesto que, "aunque no es previsible que se escatimen fondos para comprar vacunas", es muy importante asegurar que sean coste-efectivas, lo que requiere una tarea de gestión anticipativa. En este sentido, se señala que, si la investigación en estas vacunas se está desarrollando bajo fórmulas de colaboración público-privada en muchos casos, "no debería permitirse que únicamente" la parte privada patentase los productos derivados del avance en el conocimiento.
Asimismo, los expertos destacan la necesidad de establecer estrategias que marquen la relación entre los proveedores de las materias primas, los fabricantes de las vacunas y los países que aseguren la accesibilidad a las mismas de las poblaciones.
De hecho, la Comisión Europea en su Estrategia para la Vacuna Covid-19 está estableciendo las bases para una cierta protección de las poblaciones desde la investigación para la generación de vacunas para Covid-19.
Toda la industria actual que se dedica a la fabricación, distribución y comercialización de vacunas, muchos de ellos lo hacen con la vacuna de la gripe. Por tanto, a juicio de los médicos, para poder atender a la demanda de la Covid-19 se podría producir un efecto de sustitución, una por otra, y esto sin duda volverá a tener repercusiones sociales.
"Además, la posible concurrencia en otoño/invierno de las dos enfermedades (Covid/gripe) hace lógico no sólo no reducir la vacunación de la gripe sino generalizarla al menos en ciertos grupos poblacionales como profesionales sanitarios y pacientes con riesgo de mal pronóstico si contraen la Covid", zanjan los expertos en el texto.