MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las interconsultas realizadas a distancia mediante tecnologías de la comunicación están adquiriendo mucha relevancia, tal y como ha subrayado el coordinador del Grupo de Trabajo de Asistencia Compartida e Interconsultas de la SEMI, el doctor Eduardo Montero Ruiz, quien ha señalado que la interconsulta ofrece un claro beneficio para el paciente, ya que aporta los conocimientos y capacidades necesarias para completar su atención.
En el marco del Congreso Nacional que organiza la Sociedad Española de Medicina Interna, el doctor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo, Rafael Montes Secades ha señalado que, "el sistema sanitario debe adaptarse a este nuevo escenario" ya que el perfil clínico del paciente ingresado en el hospital ha cambiado en los últimos años hacia enfermos pluripatológicos, ancianos, polimedicados y con una elevada comorbilidad que requieren de un abordaje multidisciplinar y un cambio en el modelo de atención que reciben.
Los pacientes ingresados en servicios quirúrgicos, entre otros, pueden resultar especialmente beneficiados de la atención mediante interconsulta, el sistema por el que un médico solicita la colaboración u opinión de otro médico para asistir a un paciente, generalmente para que establezca o corrobore un diagnóstico o recomiende un tratamiento, o a través del cual realiza una solicitud para asumir una responsabilidad directa sobre algún problema específico del paciente.
"En el ámbito hospitalario existen dos tipos principales de colaboración entre especialistas, la interconsulta clásica y el modelo colaborativo de asistencia compartida, en el que el especialista consultor, habitualmente un internista, se hace responsable de los problemas médicos del paciente desde el ingreso hasta el alta hospitalaria sin necesidad de una interconsulta formal, en el marco de un equipo de trabajo multidisciplinar integrado con el servicio asistencial solicitante", ha destacado el doctor.
"Actualmente, las más frecuentes se realizan en el ámbito de los servicios quirúrgicos, para la valoración preoperatoria del riesgo quirúrgico, la conciliación de la medicación domiciliaria, la valoración precoz y el tratamiento de complicaciones médicas intrahospitalarias o bien para la continuidad de cuidados asistenciales al alta. La formación de equipos de trabajo estables que integren cirujanos e internistas ya es una realidad en muchos hospitales y es una necesidad inevitable a corto plazo", ha explicado el Monte Secades.
En la misma línea, el doctor Monte Secades ha señalado que estas mejoras se producen en tanto que se atienden cuestiones relativas a la medicación habitual del paciente, se controlan sus*comorbilidades y se atienden precozmente sus complicaciones, a la vez que se solucionan las causas que motivaron su ingreso, por ejemplo en un área quirúrgica. Por su parte, los profesionales solicitantes pueden centrarse en la atención de las patologías en las que son competentes, sintiéndose apoyados por un equipo multidisciplinar en un contexto de responsabilidad compartida.
En este sentido, varios estudios indican que la asistencia compartida puede suponer un ahorro de costes (al acortar las estancias hospitalarias) y una disminución del número de complicaciones intrahospitalarias y de pruebas complementarias realizadas. Además el grado de satisfacción, tanto de los pacientes como de los diferentes profesionales sanitarios implicados, es elevado y favorece este modelo de atención.
FALTA DE DATOS
Aunque las interconsultas se emplean ampliamente en la medicina asistencial desde siempre, casi no hay datos fiables actualizados sobre su uso por lo que sólo del médico responsable del paciente, ha comentado el doctor Montero. Por ello, la SEMI, a través del grupo de Asistencia Compartida e Interconsultas, ha impulsado este año la realización de un estudio nacional sobre esta actividad, con el objetivo de clarificar estos y otros aspectos.
"No disponemos de estadísticas ni de análisis oficiales de esta actividad asistencial, no hay protocolos de actuación ante las interconsultas, prácticamente cada solicitante y cada consultor hace lo que quiere y no sabemos su impacto real sobre la asistencia al enfermo. Además, es un sistema complejo con muchas variables que influyen sobre él, y que requiere la coordinación de, al menos, dos especialistas diferentes y de una muy buena comunicación entre ellos. En cualquier caso, es imprescindible la intervención de las autoridades sanitarias, desde los directores de centros a los consejeros de sanidad, dadas las implicaciones asistenciales y económicas de las interconsultas", ha concluido el doctor Montero.
"Todo lo que evite ingresar en un hospital, si está bien planificado y realizado, beneficia a todos. El paciente permanecerá en su entorno habitual, su bienestar, y el de su familia, será mayor y la recuperación más rápida. Con respecto a la gestión, agilizan la asistencia sanitaria, disminuyen la utilización de recursos innecesarios y caros, en especial a nivel hospitalario, y ahorran costes", ha concluido el especialista.