MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Español de Trasplante Hematopoyético, de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha puesto en marcha un estudio prospectivo para analizar la respuesta inmunológica a las vacunas contra la COVID-19 en los pacientes con cáncer de la sangre.
La mortalidad global por COVID-19 en los pacientes hematológicos es muy elevada, especialmente en los que tienen cáncer de la sangre y receptores de trasplante de médula ósea, situándose entre el 20 por ciento y el 30 por ciento. Esta mortalidad es llamativamente más elevada que la de la población general (menor de 2 por ciento) y que la de los pacientes con tumores sólidos (entre el 11 por ciento y el 23 por ciento).
Los pacientes hematológicos más vulnerables son aquellos con edad avanzada (mayor de 60-70 años), estado general debilitado, neutropenia (número anormalmente bajo de neutrófilos en la sangre), enfermedad activa, tratamiento con anticuerpos monoclonales y leucemia mieloblástica aguda o neoplasias linfoproliferativas.
Por todo esto, estos expertos consideran que los pacientes con cáncer de la sangre y/o receptores de trasplante de médula ósea "deberían ser grupo prioritario en la vacunación frente al SARS-CoV-2, al igual que sus convivientes y/o cuidadores adultos".
"El desarrollo y potencial uso de vacunas en los pacientes con cáncer de la sangre y/o receptores de trasplante de médula ósea es especialmente relevante, pero han sido excluidos de todos los ensayos clínicos que las han probado", ha explicado la presidenta del GETH y jefa del Servicio de Hematología Clínica en el Instituto Catalán de Oncología L'Hospitalet, Anna Sureda Balari.
Según la experta, estos pacientes "deberían tener la relación beneficio-riesgo más favorable de la vacunación, aunque el grado de inmunización y protección pueda ser inferior al de la población general, habida cuenta de la seguridad de las vacunas inactivadas".
El GETH fue uno de los primeros grupos cooperativos que elaboró recomendaciones con medidas preventivas y terapéuticas frente al SARS-CoV-2 en pacientes trasplantados de médula ósea y ha coordinado el documento de 'Recomendaciones Vacuna COVID-19 en Paciente Hematológico'.
Según Rafael de la Cámara de Llanza, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Europea de Trasplante Hematopyético (EBMT en sus siglas inglesas) y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, "en cada caso y para cada enfermedad, se debe sopesar el beneficio de una protección inmediata frente a un retraso de la vacunación para mejorar la probabilidad de respuesta".
"Los pacientes pueden ser vacunados con cualquiera de las vacunas disponibles, a excepción de las atenuadas y de las vectorizadas por agentes virales replicantes, dado que estas presentan riesgo de enfermedad inducida por la vacuna, que puede ser potencialmente peligrosa para los pacientes inmunodeprimidos", ha argumentado.
Se desconoce la duración de la protección, pero "es posible que esta sea más corta en pacientes inmunodeprimidos que en individuos sanos, como se ha demostrado con otras vacunas", apunta el experto. Por tanto, "las dosis de refuerzo serán probablemente necesarias, aunque no está claro cuándo deben administrarse", añade. Dado que los pacientes con cáncer de la sangre podrían tener una menor tasa de respuesta a la vacunación, considera "importante que los cuidadores y/o convivientes reciban la vacuna". "Aunque la vacuna sea efectiva, se recomienda seguir utilizando mascarilla, mantener la distancia física y el lavado frecuente de manos o el uso de geles hidroalcohólicos", ha agregado.
Se estima que en España podría haber cerca de 64.000 pacientes con los cánceres de la sangre más frecuentes (mielomas, linfomas y leucemias) y cerca de 20.000 trasplantados de médula ósea, todos ellos susceptibles de recibir la vacuna.