MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una de cada diez personas en edad de trabajar sufre un episodio depresivo al año, según el estudio 'Abordaje de la depresión en el ámbito del trabajo' y, por ello, el entorno laboral es uno de los más adecuados para la detección temprana de los síntomas de esta enfermedad, pues estos resultan mucho más difíciles de ocultar en ese entorno debido a la cantidad de tiempo que pasa la persona afectada con los compañeros, según ha explicado la psicóloga de Blua de Sanitas, María Sanitas, con motivo del Día Mundial de la Salud, que este año está centrado en la depresión.
Esto es importante ya que el estudio también refleja que la depresión es una de las primeras causas de pérdida de productividad, absentismo laboral, incremento de accidentes laborales, utilización de los servicios de salud y jubilación anticipada; tanto es así que, en España, los trastornos mentales son la segunda causa de baja por incapacidad temporal.
Por ello, una detección temprana y un tratamiento adecuado pueden ser clave para la recuperación, desterrando "esa vieja discusión entre el tratamiento farmacológico y el psicológico, ya que no son excluyentes", ha subrayado el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, Cristóbal Colón.
"Cuando no se utilizan los antidepresivos, una depresión de condicionamiento genético puede durar desde 6 hasta 18 meses, un largo periodo tras el que 3 de cada 4 personas lograrán superar la enfermedad, pero con un riesgo de recaída del 80 por ciento. Por el contrario, si la depresión se diagnostica y es tratada precozmente con fármacos antidepresivos habrá una mejoría franca antes de los dos meses y las probabilidad de recaída serán mucho más bajas que en el primer caso", ha añadido el especialista.
Así, entre los indicios más comunes para detectar la depresión se encuentran "el insomnio, cambio insidioso en el apetito, fatiga, falta de energía, dificultad extrema para concentrarse y pensamientos negativos recurrentes", según la doctora Díaz. Otras de las situaciones que desde Sanitas destacan para descubrir que una persona del entorno laboral está sufriendo depresión son el descuido progresivo de la higiene y la corrección en el vestuario; la aparición de creencias de inferioridad; el sentimiento de culpa; o la disminución gradual de la actividad habitual en el trabajo, entre otras.
Hay que tener en cuenta que la depresión, según el estudio 'Impacto de la depresión en el trabajo' de la Asociación Europea de Depresión (DEA), tiene un coste anual indirecto de 92.000 millones de euros al año, por lo que su correcto abordaje repercute, no solo en el bienestar emocional de los trabajadores, sino también en la productividad de las empresas y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, los planes de promoción de la salud en el entorno laboral han de incluir acciones enfocadas específicamente en la salud mental de los empleados de las compañías, pues los datos demuestran que este tipo de programas tienen un impacto positivo en la salud y el bienestar de los empleados. Un ejemplo es el programa Sanitas Smile, con el que la compañía ha conseguido aumentar la productividad, reducir el absentismo laboral y facilitar la adquisición de hábitos de vida saludable entre sus empleados.