MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ) recuerdan que, aparte de las vacunas, existen diferentes fármacos que pueden reducir la hospitalización y el riesgo de muerte por la Covid-19, y, por tanto, apuesta por darlos a conocer a la población.
"Disponemos de antivíricos como remdesivir, nirmatrelvir/ritonavir o molnupiracir, y dos anticuerpos monoclonales (sotrovimab y tixagevimab + cilgavimab) que, administrados precozmente en pacientes aparentemente estables han demostrado reducir significativamente la necesidad de hospitalización, la evolución desfavorable que requiere el ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos y la mortalidad", asegura el doctor José Barberán López, presidente de la SEQ y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Montepríncipe.
"Para que el uso de estos fármacos se haga efectivo es fundamental que la población conozca que se dispone de ellos y, en consecuencia, se notifique de forma temprana un posible contagio", insiste.
En ese sentido, el doctor José María Molero, médico de Familia asistencial en Atención Primaria y miembro del Comité Científico del ICOMEM sobre la COVID-19, advierte que "la administración de estos tratamientos debe realizarse precozmente, antes del quinto día de inicio de los síntomas o del séptimo en el caso del remdesivir".
Ambos coinciden en recordar que, además, "hay otras medidas que ayudan a controlar la infección, hoy en desuso, como la mascarilla y el mantenimiento de la distancia social".
En el caso de remdesivir, es un medicamento antiviral que se desarrolló inicialmente para la enfermedad del virus del Ébola, pero que también ha demostrado actividad frente al SARS-CoV-2. "Se administra por vía parenteral a nivel hospitalario y es bien conocido por los médicos en este ámbito, que lo administran en las formas graves de la infección en pacientes hospitalizados", afirma el presidente de la SEQ.
Por su parte, nirmatrelvir/ritonavir es un fármaco oral indicado en las formas leves o moderada de la enfermedad en pacientes con riesgo de mala evolución, se administra en pacientes ambulatorios y, además, puede disminuir la transmisión de la infección. Las principales ventajas, que se han puesto de manifiesto en los ensayos clínicos, son la disminución de la hospitalización y de la mortalidad.
"Que el fármaco sea oral permite que el paciente pueda tomarlo en casa, lo que evita la hospitalización, sus consecuencias en población de mayor edad, así como el gasto adicional al Sistema Nacional de Salud", señala el doctor Juan González del Castillo, coordinador del Grupo de Infecciones de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (INFURG-SEMES).