¿Buscas bajar de peso y proteger tu corazón? Publican una guía sobre medicamentos para el control de peso

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Publicado: martes, 24 junio 2025 7:14

   MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La obesidad es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo. Puede provocar complicaciones cardiovasculares devastadoras, como un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular. También se asocia con una reducción significativa de la esperanza de vida (9,1 años en hombres y 7,7 años en mujeres). El tratamiento es esencial, pero no todos los métodos para bajar de peso son eficaces.

UNA ENFERMEDAD CRÓNICA CON GRAVES RIESGOS CARDIOVASCULARES

   Los medicamentos modernos para la obesidad, como la semaglutida y la tirzepatida, han demostrado ser más eficaces que las intervenciones en el estilo de vida, no solo para bajar de peso, sino también para reducir el riesgo general de enfermedad cardiovascular (ECV), con menos riesgos que las intervenciones basadas en procedimientos.

El Colegio Americano de Cardiología (Estados Unidos) ha publicado un documento de Guía Clínica Concisa (CCG) para ayudar a los médicos en el uso de medicamentos para el control de peso en pacientes en los que el tratamiento puede proporcionar beneficios cardiovasculares.

Las guías anteriores recomendaban probar intervenciones en el estilo de vida antes de comenzar la medicación, pero esta nueva guía recomienda considerar estos medicamentos como una opción de tratamiento de primera línea para los pacientes elegibles.

   "No se debería exigir a los pacientes que intenten y fracasen con los cambios de estilo de vida antes de iniciar la farmacoterapia; sin embargo, las intervenciones en el estilo de vida siempre se deben ofrecer junto con los medicamentos para la obesidad", comenta Olivia Gilbert, presidenta del CCG y cardióloga en Atrium Health Wake Forest Baptist Medical Center (Estados Unidos).

NUEVA GUÍA CLÍNICA DEL COLEGIO AMERICANO DE CARDIOLOGÍA

    La nueva guía describe el proceso de toma de decisiones clínicas para que los médicos incorporen estrategias de control de peso farmacológico en la atención cardiovascular, destacando las siguientes áreas clave.

    La primera, justificación y elegibilidad. La farmacoterapia busca el equilibrio entre eficacia e invasividad. La elegibilidad puede determinarse mediante el IMC u otros indicadores de riesgo. Estas terapias pueden ajustarse para minimizar los efectos adversos y personalizar la atención.

    En segundo lugar, opciones farmacológicas. Entre los medicamentos aprobados por la FDA, la semaglutida, agonista del receptor GLP-1, y la tirzepatida, agonista del receptor GLP-1/GIP, han demostrado la mayor eficacia.

    Los datos de ensayos clínicos y de observación en la práctica clínica respaldan una pérdida de peso ligeramente mayor con tirzepatida. Es probable que la cobertura del seguro, la disponibilidad y la asequibilidad determinen la selección del fármaco.

También mide el impacto en el riesgo cardiovascular. No obstante, la evidencia clínica respalda que los medicamentos conducen a una reducción de los principales eventos cardiovasculares adversos (incluida la muerte cardiovascular, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular), en particular en personas con diabetes tipo 2 y riesgo cardiovascular elevado.

REDUCCIÓN DEL ESTIGMA Y MEJORA DE LA EXPERIENCIA DEL PACIENTE

Igualmente, analiza enfoques de atención multidisciplinarios. Y es que, los enfoques de equipo son fundamentales para un control de peso eficaz. La atención coordinada puede ayudar a evaluar factores de riesgo modificables, identificar comorbilidades y adaptar las estrategias de tratamiento.

    A continuación, destaca la reducción de sesgos y mejora de la experiencia. Así, la guía enfatiza el lenguaje centrado en la persona, la creación de entornos clínicos acogedores y la lucha contra el estigma asociado al peso. Los profesionales sanitarios deben esforzarse al máximo por validar la experiencia vitalicia que los pacientes experimentan con esta enfermedad crónica. Finalmente, incluye consideraciones sobre el acceso.

    La falta de cobertura médica sigue siendo un obstáculo importante para los pacientes. Las estrategias iniciales para mejorar el acceso a las terapias incluyen la identificación de las personas con mayor probabilidad de beneficiarse, el seguimiento minucioso de los resultados del tratamiento y la negociación de precios. Existe una necesidad constante de mejorar el acceso a estas terapias en Estados Unidos.

   "El control de peso debe ser adoptado por la comunidad cardiovascular, dada la prevalencia de la obesidad y el impacto que tiene en muchas formas de ECV", asegura Gilbert.

   "Dada la evidencia emergente de los beneficios de la semaglutida y la tirzepatida en individuos con ICFEp y obesidad en conjunto con intervenciones conductuales saludables, los médicos deben ser conscientes del diagnóstico óptimo, la evaluación de riesgos y el manejo de la obesidad en individuos con IC", finalizan los autores.

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