MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los profesionales que participan en Madrid en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés) denuncian el elevado coste que presentan los nuevos tratamientos del cáncer y urgen una solución "conjunta" para evitar que pueda comprometer la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, incluido el español
"Los costes del tratamiento del cáncer se están disparando", según ha alertado el presidente de esta entidad, el oncólogo español Josep Tabernero, preocupado por los altos precios de reembolso que las autoridades sanitarias de cada país logran negociar con la industria farmacéutica cuando la Comisión Europea autoriza un nuevo medicamento.
Esta situación está generando un "problema económico grave", como ha añadido el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Martín, dado que "cada vez cuestan más y cada vez hay más fármacos y más pacientes". "El gasto oncológico va creciendo y va a ser inabordable", ha avisado.
Ambos expertos coinciden en que todos los agentes del sector están sensibilizados con este problema, incluida la industria farmacéutica, y piden un abordaje conjunto para garantizar que los sistemas sanitarios puedan ofrecer a sus pacientes los nuevos tratamientos que se están desarrollando.
"Se debe pagar el fármaco, lo que ha costado la investigación para su desarrollo y un beneficio aceptable, pero no el negocio consecutivo que hay ahora", ha insistido el presidente de ESMO.
Precisamente esta organización tiene un grupo de trabajo que analiza los temas de sostenibilidad, acceso a fármacos y nuevos modelos de reembolso, y proponen que el coste de cada medicamento se adapte a valores geográficos y al valor del medicamento en cada indicación.
DIFERENTES VALORES GEOGRÁFICOS Y POR INDICACIÓN DE USO
Por un lado, según ha señalado Tabernero, se deben atender al producto interior bruto (PIB) u otros indicadores para calcular el valor que tiene un tratamiento en una población determinada en función de las necesidades y nivel económico de cada país.
Asimismo, para calcular lo que paga un sistema público de salud a la industria por un medicamento no solo debe tener en cuenta el precio que fija el laboratorio sino también medir otras variables como su eficacia.
Y en fármacos con más de una indicación (algunos sirven para diferentes tumores y pueden utilizarse como primera opción o cuando hay una recaída), la eficacia puede variar del uso que se le dé porque "su valor no es el mismo", ha insistido.
De igual modo, desde ESMO también promueven la integración de los medicamentos biosimilares (equivalentes en calidad, eficacia y seguridad a un medicamento biológico original) ya que pueden servir para rebajar el precio de algunos tratamientos una vez que pierdan la patente.
"La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) es muy rigurosa en el proceso de aprobación y los fármacos se aprueban cuando demuestran que son similares a los originales, y eso aporta un gran valor a la sostenibilidad del sistema", según Tabernero.
CRITICAN LAS "TRAMPAS" PARA RETRASAR EL USO DE ALGUNOS FÁRMACOS
El problema del elevado precio actual, ha añadido el presidente de SEOM, es que favorece que el acceso a los tratamientos no sea uniforme en España ya que hay comunidades autónomas que recurren a una serie de "trampas" para retrasar el uso de determinadas terapias pese a estar autorizadas a nivel estatal o europeo.
"Hay una cierta demora de unos meses --desde que la Comisión Europea aprueba un fármaco hasta que se fija un precio de reembolso en España-- que se podría reducir", según Martín, que no obstante reconoce que en los últimos tiempos el proceso se ha acelerado y ya "no es escandalosos", sobre todo si se compara con otros países.
Además, ha añadido Tabernero, no solo se debe tener en cuenta el tiempo que pasa desde la aprobación a la fijación de precios sino también el número de tratamientos autorizados, dado que "hay países como Francia o Reino Unido donde el acceso es más inmediato pero aprueban menos fármacos que en España".
PIDEN MÁS INVESTIGACIÓN SIN EL RESPALDO DE LA INDUSTRIA
Por otro lado, ambos expertos también han reclamado un mayor papel para la investigación académica, independiente de la promovida por la industria, para lo que necesitan un mayor apoyo financiero por parte del Gobierno.
"La industria tiene mucho dinero y pone recursos, y eso es muy importante, pero los estudios de la industria no siempre dan respuesta a todas las preguntas que nos podemos plantear", ha defendido el presidente de SEOM.
Además, Martín ha reconocido que los ensayos clínicos tienen un coste muy elevado, tanto la puesta en marcha como el seguimiento de todos los pacientes que incluye, que sin el apoyo económico de la industria "es difícil de llevar adelante" porque no hay ayudas públicas para los estudios académicos o colaborativos entre hospitales.
Por su parte, el presidente de ESMO ha insistido en la necesidad de hacer investigación clínica cuando haya una evidencia previa de los posibles beneficios que puede aportar una nueva terapia, ya que "el probar por probar" puede tener repercusiones negativas para los pacientes.
Con respecto a los avances más relevantes del congreso, que finaliza este martes, Tabernero ha destacado el tratamiento de muchos tumores con nuevos fármacos de inmunoterapia, que "en enfermedades tan complejas como el cáncer de pulmón está permitiendo avanzar su abordaje con estos tratamientos que refuerzan el sistema inmune".