MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, y el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), António Vitorino, han firmado una carta abierta para pedir a los líderes del G20, reunidos este fin de semana en Roma (Italia), que las vacunas sean accesibles para los refugiados.
"Escribimos en nombre de los millones de personas en todo el mundo que luchan por sobrevivir a la pandemia de Covid-19 lejos de casa. Algunos se han visto obligados a huir de guerras, conflictos, persecuciones y violaciones de derechos humanos. Otros están en movimiento para escapar de las dificultades socioeconómicas o las consecuencias del cambio climático", escriben los tres integrantes de los diferentes órganos de las Naciones Unidas en el documento.
Como extraños lejos de casa, prosiguen, muchos refugiados corren el riesgo de ser excluidos o abandonados. "Debido a su situación vital, muchos se enfrentan a barreras para acceder a las vacunas, las pruebas, el tratamiento, la atención e incluso a información veraz sobre la Covid-19", tal y como advierten Tedros, Grandi y Vitorino.
En este sentido, recuerdan que precisamente algunos de los países más pobres del mundo cargan con la mayor responsabilidad de apoyar a los desplazados y otras personas en movimiento. Por ello, "necesitan un suministro fiable y adecuado de vacunas y otros suministros críticos para estabilizar sus frágiles y sobrecargados sistemas de salud, para ayudar a salvar las vidas de sus ciudadanos, migrantes, así como de los refugiados y otras personas desplazadas que acogen", se recoge en el documento.
Sin embargo, Tedros, Grandi y Vitorino inciden en que la actual brecha de equidad de vacunas entre los países más ricos y los de bajos recursos demuestra "un desprecio por las vidas de los más pobres y vulnerables del mundo". Por cada 100 personas en los países de ingresos altos, se han administrado 133 dosis de la vacuna Covid-19, mientras que en los países de ingresos bajos solo se han administrado 4 dosis por cada 100 personas.
"La historia y la ciencia lo dejan claro: la acción coordinada con acceso equitativo a los recursos de salud pública es la única forma de enfrentar un flagelo mundial de salud pública como la Covid-19", señalan los tres miembros de las Naciones Unidas.
Estos han recordado que los países necesitan, además de las vacunas, pruebas para detectar la enfermedad, así como tratamientos que incluyan dexametasona y oxígeno médico para salvar vidas.
"Como líderes de las economías más grandes del mundo, ustedes tienen el poder y la responsabilidad de ayudar a detener la pandemia ampliando el acceso a las vacunas y otras herramientas para las personas y los lugares donde estas escasean", apostillan en el documento.
Así, han hecho un llamamiento para que estos países financien e implementen por completo el Plan Estratégico y el Presupuesto para el Acelerador del Acceso acelerado de herramientas contra el Covid-19 (Acelerador ACT), presentado este mismo jueves por la OMS, y distribuyan vacunas, pruebas y tratamientos donde más se necesiten.
Además, urgen a garantizar el acceso a las vacunas para todas las personas en movimiento. "Hacemos un llamado a todos los países para que se aseguren de que todas las personas en su territorio, independientemente de su estatus legal, incluidos los refugiados, los migrantes, las personas desplazadas internamente, los solicitantes de asilo y otras personas en movimiento, tengan acceso a vacunas Covid-19, pruebas y tratamiento para Covid-19", reclaman en la carta abierta Tedros, Grandi y Vitorino.
"Para ello, deben adoptar medidas concretas para eliminar las barreras a la vacunación para todos en su territorio, por ejemplo, la necesidad de documentos específicos, barreras geográficas, el requisito en algunos entornos de que los solicitantes de atención médica sean reportados a las autoridades de inmigración, tarifas altas, y combatir la información errónea que alimenta las dudas sobre la vacuna", concluyen.