MADRID 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La última Encuesta Nacional de Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha evidenciado el buen funcionamiento de los programas de detección precoz del cáncer de mama a través de la realización de mamografías pero, sin embargo, ha mostrado un bajo porcentaje en la realización de pruebas de sangre oculta en heces, clave para la detección del cáncer colorrectal.
En concreto, y según los resultados dados a conocer esta semana por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se observó como tres de cada cuatro mujeres de 50 a 69 años (77,1 por ciento) se ha realizado una mamografía en los dos últimos años y otro 9,5 por ciento se la había hecho hacía más de dos años pero en menos de tres.
Además, sólo un 7,6 por ciento de las mujeres de esta franja de edad aseguraba no haberse realizado nunca una mamografía.
En cambio, en el diagnóstico del cáncer colorrectal aún hay mucho camino por recorrer ya que, en la misma franja de edad, hay un 89 por ciento de la población (tanto hombres como mujeres) que no se ha hecho nunca una prueba de sangre oculta en heces y sólo un 6,8 por ciento se la ha realizado en los últimos dos años.
Así se desprende de los resultados dados a conocer esta semana por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, cuya secretaria general del ramo, Pilar Farjas, que reconoce que estos datos evidencian la "necesidad de poner en marcha programas de cribado para este tumor como los que ya hay desde hace años para los tumores mamarios".
De hecho, según ha explicado la 'número dos' del departamento de Ana Mato, ya hay 14 comunidades con programas piloto al respecto y, en las que llevan más tiempo, ya se ha podido constatar un "impacto positivo" en reducción de mortalidad y en el aumento de la esperanza de vida.
Por otro lado, más del 70 por ciento de las mujeres entre 25 y 64 años se ha hecho una citología vaginal en los últimos cinco años, pauta recomendada para la detección precoz del cáncer de cuello de útero y cuya cobertura en mujeres de 35 a 64 años está por encima del 80 por ciento.
En lo que respecta a otras prácticas preventivas, el estudio muestra como el 87,3 por ciento de los adultos entre 35 y 74 años se ha medido el colesterol en los últimos cinco años, y hasta un 89,69 por ciento de los mayores de 45 años se ha tomado la tensión arterial hace menos de dos años. La frecuencia de esta práctica preventiva se incrementa escalonadamente con la edad.