Ruxolitinib (Novartis) juega un papel importante en el tratamiento de la mielofibrosis

Actualizado: jueves, 15 diciembre 2011 18:23


MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

El inhibidor de la janus quinasa ruxolitinib (Novartis) puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de pacientes con mielofibrosis, según dos estudios en fase III publicados por la compañía. Se trata de una neoplasia hematológica que se caracteriza por el fallo de la médula ósea, aumento del tamaño del bazo y síntomas constitucionales.

Concretamente, en el primer estudio, cuyos resultados fueron presentados en el '53º Congreso Anual de la Sociedad Americana de Hematología', celebrado en San Diego (Estados Unidos), analizó las medidas de la calidad de vida relacionada con la salud (HRQoL) referida por el paciente para ruxolitinib frente a la mejor terapia disponible (MTD). De esta manera, los resultados muestran una mejora de la HRQoL y de los síntomas de mielofibrosis frente a los valores basales para los pacientes tratados con ruxolitinib, pero no variaron o empeoraron en enfermos tratados con MTD.

En el segundo estudio, los investigadores compararon los resultados producidos por ruxolitinib frente a placebo y comprobaron que los pacientes tratados con ruxolitinib presentaban índices de respuesta mayores en lo que respecta a las reducciones del volumen del bazo y la puntuación total de los síntomas.

"Estos datos refuerzan el espectacular efecto que el ruxolitinib tiene sobre la mejora de la calidad de vida global de los pacientes que están luchando contra este debilitante cáncer de la sangre", ha afirmado el presidente de Novartis Oncology, Hervè Hoppenot.

"Nosotros estamos comprometidos con el desarrollo de terapias innovadoras para abordar esta necesidad no satisfecha de los pacientes y avalar nuestras investigaciones en curso sobre la mielofibrosis y otras neoplasias mieloproliferativas", ha añadido.

"La mielofibrosis es una enfermedad mortal cuyos síntomas afectan seriamente a la vida diaria de los pacientes", ha declarado el investigador jefe del estudio, Claire Harrison, MD. "Por tanto, se necesita urgentemente encontrar terapias dirigidas a la fuerte carga que impone la mielofibrosis", ha instado.