Publicado: lunes, 29 enero 2018 15:12

MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Organización Europea de Consumidores (BEUC, por sus siglas en inglés), junto con las organizaciones de consumidores de 11 países, entre ellas OCU, ha puesto en marcha una campaña para exigir a la Comisión Europea que establezca los perfiles nutricionales de los alimentos y denunciar el retraso en acabar con las alegaciones en alimentos que no tienen un perfil nutricional saludable.

En este sentido, la OCU ha recordado que, según el reglamento aprobado en 2006, las alegaciones nutricionales y de salud no deberían utilizarse si el perfil nutricional del alimento no es adecuado por tener un exceso de determinados nutrientes problemáticos como, por ejemplo, sal, azúcar, grasas saturadas o grasas totales.

Sin embargo, ha criticado que, tras más de 9 años desde la aprobación de este reglamento, los fabricantes siguen teniendo carta blanca para anunciar alegaciones nutricionales y de salud en productos que en realidad son poco saludables.

"Así, muchas marcas siguen destacando en letra grande lo anecdótico del alimento (por ejemplo, que lleva calcio) y relegando lo importante a la etiqueta trasera del producto (que contiene elevadas cantidades de azúcar, por ejemplo). Este tipo de etiquetado enmascara la realidad nutricional del producto con mensajes saludables e induce a confusión al consumidor", ha apostillado la OCU.

A su juicio, solo los productos saludables merecen un reclamo en la etiqueta, y para ello, ha exigido disponer de perfiles nutricionales en los productos para evitar el recurso sistemático a alegaciones saludables o de nutrición que confunden al consumidor.

Del mismo modo, la OCU ha cuestionado por qué a pesar de que esos perfiles nutricionales ya están definidos desde hace casi diez años, las autoridades comunitarias aún no hayan aprobado una normativa que tenga efectos legales y sea "denunciable y sancionable" para aquellas empresas que la ignoren.

"La desidia de la UE en este ámbito hace que se traicione de forma sencilla el espíritu del reglamento y permite que se inunde el mercado de etiquetas que enmascaran la verdadera calidad nutricional de los alimentos. Mientras la normativa es aprobada, recomendamos no dejarse impresionar por mensajes aparentemente saludables o nutritivos y leer la información nutricional del producto, habitualmente mostrada en letra pequeña y en el reverso del envase", ha zanjado.

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